No había pasado ni una hora desde que Daniel y Charles se habían marchado cuando el teléfono de Scott sonó.
Todos nos encontrábamos en la sala viendo una película de terror y tengo que decir que nos sobresaltamos un poco al escuchar el celular.
-¿Hola? -dijo Scott. No es que yo quisiera escuchar su conversación privada, pero es que a ver, nos encontrábamos todos a menos de 30 centímetros de distancia.
-¿Qué dices? Pues qué mal por sus planes. Sí, aquí siguen todos. ¿Un bar?
Todos volteamos a ver al chico que ahora fruncía el ceño con el celular aún en su oreja.
-¿A qué hora y en qué lugar? Bueno, ya casi te aviso. Sí, es probable. Adiós.
Colgó la llamada y todos los demás seguíamos mirándolo, expectantes.
-¿Qué pasa, cariño? -se atrevió a preguntar Crystal.
-Pues parece que el bote de Charles tuvo una avería y no pudieron encenderlo, entonces todos los chicos se van a ir a festejar a un bar y Danny ha dicho que estamos todos invitados.
-Genial, qué bien me cae ese tipo. -Dijo Josh mientras se levantaba de un salto del sofá.
-¿Vamos a ir? -Preguntó Crystal entusiasmada.
-Si ustedes quieren, supongo que sí. -Contestó Scott.
De repente la sala se convirtió en saltos y gritos de felicidad. Parece que a estos chicos les gusta mucho la fiesta.
Yo en mi lugar no sabía exactamente qué sentir. Estaba algo cansada y no sabía si era el momento adecuado para ir a un bar.
-Venga, Marianne. Vamos a buscar qué ponernos, corre. -Crystal me tomó del brazo y me hizo levantarme de mi asiento.
-Yo... no sé si debería ir. -respondí sincera.
-¿Cómo que no? No todos los días tienes la oportunidad de salir de fiesta con todos los pilotos de la fórmula uno. -contraatacó Crystal un poco indignada.
Me lo pensé mejor.
Ella tenía razón. Hace unos meses hubiera dado cualquier cosa por tener una oportunidad así. No podía desaprovecharla.
Habíamos decidido encontrarnos todos a las 10 para ir al bar, lo que nos daba unas 2 horas de tiempo para alistarnos.
Crystal fue a dejarme a mi casa y luego ella se fue a la suya para empezar a arreglarnos. Scott luego pasaba por nosotras, Josh y Mark para llevarnos al bar. Era el chofer destinado de la noche.
Me di una ducha rápida y comencé a buscar la ropa adecuada para la situación. Aunque la verdad no tenía ni idea de qué era lo adecuado en estos casos.
Encontré en el fondo de mi armario un pequeño vestido negro que nunca me había atrevido a usar. Fue un regalo de Stacy en mi cumpleaños número 18. Era hermoso, aunque un poco bastante provocador. Luke home había dicho que no le gustaba, así que realmente nunca tuve intención de ponérmelo.
Aunque... para una noche en Mónaco no estaba mal, ¿No?
Lo saqué para probármelo y la verdad es que me encantaba. Resaltaba mis pocas caderas y eso me hacía sentir increíble.
Me puse unas tenis Nike para hacer el outfit un poco más relajado y luego empecé a maquillarme.
Al final me había debatido entre ponerme labial o no, aunque la verdad es que era bastante torpe y siempre terminaba siendo un desastre, así que me decidí por una ligera tinta del color de mis labios. También me sequé el cabello y lo alisé para que se viera un poco más arreglado.
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Realidad ❀ Charles Leclerc
FanfictionUna nueva universidad. Un nuevo país. Una nueva vida. Una chica estadounidense. Un piloto monegasco. Muchos corazones rompiéndose a más de 300 km/h.