Prefacio parte 2

328 9 0
                                    

¿La chica del Distrito 12? No se le podría ocurrir un peor insultó. Eso es una humillación para cualquier Snow. Seguro eso había sido obra de Cascajo Highbottom y así lo llamaba cuando estaba con sus amigos. Sin embargo ni esperaba tal humillación. Ni quiere ni pensar que dirán su abuela y Tigris cuando se enteren que le tocó el peor Distrito. Tigris seguro lo tomara con calma pero su abuela no.

Noto que se le subía la sangre a las mejillas a pesar de que intentaba mantener la compostura hasta que noto que casi todos los alumnos se habían levantado y charlaba entre ellos. No fue hasta que escucho a Clemencia llamarlo y el simplemente le sonrió besando sus manos.

– Felicitaciones princesa te toco un buen tributo – dijo acercándose un poco más a Clemencia que se recargo por completo en su pecho y el empezó a jugar con su cabello.

– Gracias Coryo – le dijo dándole un beso corto en los labios – pero espero que luego me felicites cómo se debe – Murmuró solo para ellos empezando acariciar a pasar sus manos por los botones de la camisa y acariciando sus abdominales y pestañar sus pestañas de manera inocente. Lo cual no tiene nada, ni mucho menos virgen ese barco había sarparo hace mucho y el fue el causante cuando tenían catorce años. El simplemente le sonrió no sería mala idea después de ese día terrible que tenía y se inclino a dejar un beso en sus labios, acariciando su cintura.

Le encantaba besarla, en cualquier lado y cuando sea. Le gustaba hacerlo especialmente en público.

Era un novio un poco posesivo y aprovechaba cada ocasión que pudiera para mostrarles a todos que ella era de el. Incluso le dijo con aire de suficiencia que le encantaba cada vez que se referían a ella como la "chica de Snow".

–¡Ya basta, cariño! Estamos en público – exclamó Clemencia separándose sonrojada, haciendo que los compañeros y amigos cerca suspiran de alivió. No es nada nuevo para los estudiantes y docentes de la Academia ya se habían acostumbrado a los reyes de la Academia.

– Y a ti que te pasa te vez un poco tenso.

– No es nada Princesa. Simplemente me tomo por sorpresa que me tocará ese distrito – admitió fingiendo una sonrisa mientras entrelazaban sus manos – esperaba algo mejor.

– No es tan malo a lo mejor te toca un buen tributo. Nunca se sabe lo que puede pasar con los tributos o los juegos – dijo Clemencia para animarlo.

Y eso lo dejo pensando quizás Clemencia tenía razón y no era tan malo después de todo. Si le tocaba una tributo decente y en buena forma quizás pueda ganar.

–¿Que te ocurre Sejanjus? – pregunto Clemencia y Corionalius giro su cabeza para ver centado a su lado a Sejanjus quién y logró percatarse de la tristeza apenas disimulada que se refleja en su rostro.

–¿No estás contento? el distrito 2, un chico, el mejor del grupo – pregunto el.

– Se les olvida que yo formó parte de ese grupo – replicó Sejanjus con voz ronca.

Corionalius tomo nota: diez años en el Capitolio y Sejanjus había desperdiciado los privilegios de aquella vida que cualquier persona desearía tener incluso el. Todavía se consideraba un ciudadano de los distritos. Tonterías sentimentales.

– Seguro que es cosa de mi padre. Siempre está intentando en derezarme. Yo nunca quise ser mentor – dijo Sejanjus consternado.

"No me cabe duda " pensó Corionalius. Aunque no se respetará el linaje del viejo Strabi Plinth, su riqueza y su influencia era otra cosa. Y aunque se suponía que a los mentores se elegían por sus méritos, no cabe duda que se había arreglado.

El público se había callado y sentado de nuevo sin embargo Clemencia ni siquiera se movió del lugar y eso no lo molesto de lo más mínimo a ver la mirada irritada que les dedico el Decano al verlos y ellos simplemente soltaron una risita. En la parte trasera del estrado, las cortinas se abrieron para dejar al descubierto una pantalla que se iba al techo. La cosecha se emitía en directo desde cada distrito, empezando por la costa este y avanzando hacia el oeste y se retransmita a todo el país. Todos los presentes se levantaron cuando el empleado de Pamen ocupo la pantalla, acompañado por el himno del Capitolio y Clemencia a su lado se acomodo su vestido que había levantado un poco.

Veneno [Corionalius Snow Y Lucy Gray Bair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora