Los miembros del público que se encontraban más cerca de la agresión prorrumpieron en alaridos. El rostro de Arachne palideció mientras la muchacha dejaba caer el sándwich y se llevaba las manos al cuello. Un surtidor de sangre brotó entre sus dedos cuando la tributo del Distrito 10 la soltó y le propinó un empujón.
Arachne retrocedió de espaldas, giró sobre los talones y extendió una mano goteante, implorando auxilio a los espectadores. La gente, demasiado sorprendida o asustada, no reaccionó. Algunas personas se alejaron de ella mientras se desplomaba de rodillas y
se desangraba.El primer impulso de Coriolanus fue apartarse de ella como habían
hecho los demás y agarrarse a los barrotes de la casa de los monos en busca de ayuda, pero Lucy Gray siseó:– ¡Ayúdala!
Recordó que las cámaras retransmitían en directo para toda la audiencia del Capitolio. Aunque ignoraba qué podría hacer él por Arachne, no quería que nadie lo viera atenazado por la aprensión y el pavor. Su miedo era algo que guardaba para él, no un espectáculo público.Se obligó a poner en movimiento las piernas y fue el primero en llegarjunto a Arachne, que se aferró a su camisa mientras la vida se le escapaba del cuerpo.
–¡Un médico! –exclamó mientras la tumbaba con delicadeza en el
suelo– ¿Hay algún médico aquí? ¡Por favor, que alguien la ayude! –
Presionó con la palma de la mano la herida en un intento por contener la
hemorragia, pero la retiró al oír el jadeo estrangulado que emitió la
muchacha– ¡Vamos! –les chilló a los presentes.Dos agentes de la paz se abrían paso a empujones en su dirección, pero
avanzaban muy despacio.Demasiado.
Coriolanus miró de reojo a tiempo de ver que la chica del Distrito 10
recogía el sándwich de queso y le daba un furioso bocado antes de que una lluvia de balas le atravesara el cuerpo, aplastándola contra los barrotes. Cayó deslizándose hasta formar un fardo desmadejado en el suelo, su sangre mezclada con la de Arachne.Unas migajas de pan a medio masticar se despegaron de sus labios para flotar en el charco escarlata.
La multitud retrocedió de repente, impulsada por los individuos
aterrorizados que intentaban huir de la zona. La luz mortecina le confería a la escena una capa de desesperación añadida. Coriolanus vio que un niño pequeño había perdido el equilibrio y le pisoteaban la pierna, hasta que una
mujer lo levantó en volandas del suelo. Otros no tuvieron tanta suerte.Los labios de Arachne dibujaban palabras inarticuladas que él no supo descifrar. Cuando su respiración cesó de improviso, imaginó que no serviría de nada intentar reanimarla. Si insuflaba aire en su boca, ¿no se limitaría a escapar por la herida abierta del cuello? Festus había conseguido llegar a su lado; los dos amigos intercambiaron sendas miradas de impotencia.
Mientras se separaba de Arachne, Coriolanus se sobresaltó al ver la
sustancia roja y reluciente que le cubría las manos. Se volvió y vio a Lucy Gray acurrucada contra los barrotes de la jaula, con el rostro oculto entre los volantes de la falda, estremeciéndose de la cabeza a los pies. También él temblaba. Siempre le ocurría lo mismo: la sangre derramada, el silbido de las balas y los gritos de la multitud lo transportaban a los momentos más
angustiosos de su niñez.Botas rebeldes retumbando en las calles, la abuelatriz y él cercados por los disparos, moribundos retorciéndose a su alrededor…, su madre yaciendo en la cama empapada de rojo…, las estampidas durante los disturbios provocados por la escasez de alimentos, las caras aplastadas, los gemidos de dolor… Se apresuró a enmascarar el terror que sentía apretando los puños a los costados, respirando profunda y acompasadamente.
Lucy Gray empezó a vomitar y Coriolanus le volvió la espalda para evitar que también a él se le
revolviera el estómago. Por fin apareció el personal de primeros auxilios; colocaron a Arachne
en una camilla. Se evaluó quiénes habían sufrido heridas por culpa de las balas perdidas y quiénes habían sido arrollados por los pies de la gente.
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Veneno [Corionalius Snow Y Lucy Gray Bair]
FanficLa familia Snow está en un aprieto muy grande se han quedado en la ruina tras la guerra. Ahora el más joven de los Snow, Corionalius se le otorga la tarea de ser mentor en los decimos juegos del hambre pero es humillado a ponerlo de mentor de la chi...