Capitulo 11

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Aunque las palabras de Lucy Gray le escocieron, tras pensárselo mejor tuvo que reconocer que se las merecía. Coriolanus nunca la había considerado una posible vencedora de los Juegos, ni había formado parte de su estrategia convertirla en una.

Solo deseaba que su encanto y su atractivo se le pegaran y lo ayudaran a triunfar. Incluso la idea de animarla a cantar para conseguir patrocinadores no era más que un modo de prolongar la atención que
conseguía gracias a ella. Unos minutos antes había pensado que sus manos
curadas eran una buena noticia porque así podría usarlas para tocar la guitarra en la noche de la entrevista, no porque pudiera defenderse con ellas de un ataque en el estadio.

Había sido un tonto nunca tuvo que asegurar que la chica le importa, como había asegurado en el Zoo, solo empeoraba su situación. No solo estaba cruzando líneas que no debía con ella están siendo más que un solo mentor ayudando a su tributo a ganar. Y estaba empezando a afectarlo en su relación con Clemencia ya no estaba seguro de sentir lo mismo por ella como antes Lucy Gray lo estaba confundiendo. Debería haber intentado mantenerla con vida, ayudarla a alcanzar la victoria, sin importarle las probabilidades.

– Cuando dije que eras el pastelito de nata, lo decía en serio,
Coriolanus. Eres el único que se molestó en aparecer. Tú y tu amigo
Sejanus. Los dos nos tratasteis como a seres humanos. Pero la única forma
de compensármelo de verdad es ayudarme a sobrevivir a esto.

– Estoy de acuerdo – Se sintió un poco mejor al dar ese paso adelante –  A partir de ahora, estamos en esto para ganar.

– ¿Lo sellamos con un apretón de manos? – preguntó ella, ofreciendo
la suya.

– Te doy mi palabra – respondió el chico tras estrecharle la mano con
cuidado. El reto lo motivaba –  Primer paso: tengo que idear una estrategia.

– Tenemos que idear una estrategia –lo corrigió ella, aunque sonrió y
le dio un bocado al sándwich.

– Idearemos una estrategia – Hizo de nuevo las cuentas – Solo te
quedan catorce competidores, a no ser que encuentren a Marcus. Muchos de los otros tributos están en peores condiciones ya sea por falta de comida, enfermedades o heridos por la explosión en el estrado eso no das una ventaja sobre ellos.

– Si me mantienes con vida unos cuantos días, puede que gane por
defecto.

Coriolanus miró a su alrededor, a los niños rotos y enfermos cargados
de cadenas, lo que lo animó hasta que tuvo que reconocer que el estado de
Lucy Gray tampoco era mucho mejor. Aun así, con los distritos 1 y 2 fuera
de juego, Jessup protegiéndola y el nuevo programa de patrocinadores, sus posibilidades eran mucho mejores que al llegar al Capitolio. Si lograba mantenerla alimentada, quizá pudiera huir y esconderse en algún punto del estadio mientras los demás luchaban y morían de hambre.

– Tengo que preguntarte una cosa – le dijo Coriolanus –  A la hora de
la verdad, ¿matarías a alguien?

– Puede que en defensa propia – respondió ella tras meditarlo mientras masticaba.

– Son los Juegos del Hambre, todo es defensa propia. Aunque creo que
lo mejor sería que huyeras de los demás tributos mientras yo te consigo comida a través de los patrocinadores. Y esperar a ver qué pasa.

– Sí, es la mejor estrategia para mí. Soportar cosas horribles es uno de
mis talentos.

Se atragantó con un trocito de pan seco y empezó a toser. Coriolanus le
pasó la botella de agua que llevaba en la mochila.

– Todavía piensan emitir las entrevistas, aunque la participación será voluntaria. ¿Quieres hacerlo?

– ¿Estás de guasa? Tengo una canción perfecta para esta voz
aguardentosa que se me ha quedado. ¿Me has encontrado una guitarra?

Veneno [Corionalius Snow Y Lucy Gray Bair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora