—Rodrigo, por-por favor, para…
Rogaba Iván al sentir la nariz de Rodrigo pasearse por su cuello con lentitud, bajando hacia su pecho.
—No quiero.
¿Qué le pasaba a aquél Rodrigo? Porque él solo recordaba al que lo ignoraba y lo trataba mal.
El castaño subió lentamente con pequeños besos hacia el rostro del bonito pelinegro que tenía debajo. Le miro los labios entreabiertos y le parecieron de lo más atractivos. Maldición, ese chico estaba ardiendo y él aún ni siquiera había comenzado.
Iván era muy sensible, y eso le agradaba.
Quería hacer las cosas calmadamente pero Iván se le adelantó, estirando sus cabellos con fuerza y uniendo sus labios con precisión. Se dejó hacer, envolvió sus brazos alrededor de aquella frágil cintura y se dejó caer hasta quedar a un costado.
Ambos estaban perdidos en aquel delicioso beso, ambos estaban siendo conscientes de lo bien que complementaban sus bocas. Iván cogió con sus dos manos la cabeza de Rodrigo mientras comenzaba a restregarse contra su cuerpo.
El castaño no perdió tiempo y bajó los pantalones del pelinegro de una sola vez, luego la ropa interior.
¿Romanticismo? Ni un poco.
Ahora Iván se encargaba de abrir sus piernas para que Rodrigo se metiera en ellas, estaban siendo solo bestias tratando de calmar la calentura de sus cuerpos.
—Rodrigo, por favor. —rogó Iván sacándose la camiseta para poder masajear sus pezones. El castaño lo miraba atentamente.
—¿Que quieres? ¿Que los chupe?
Iván gimió de solo pensarlo. Asintió, rogándole con la mirada.
No lo dudó y tomó uno de los pezones rosados del chico y lo lamió suavemente, para luego succionar lentamente. Iván lo miraba atento, esa cabellera castaña perdiéndose entre sus pequeños pezones le causaba más morbo del que había podido imaginar.
Llevo una de sus manos a la de Rodrigo para tomarla y dirigirla directamente a su entrepierna. Creyó que el chico que estaba sobre él se dedicaría a sacar la mano asqueado, pero solo se dedicó a empezar a hacerle un experto trabajo manual.
—Mmm, estas muy excitado bebé.
Iván solo asintió y cerró sus ojos, disfrutando del placer de esa maravillosa masturbación. Los besos en su cuello aumentaron, unas manos en sus nalgas comenzaron a escabullirse de aquí a allá y a él le faltaba muy poco para terminar.
—Ponte de costado. —le ordenó Rodrigo.
No tuvo ganas de replicar y lo hizo sin más. Pudo ver a Rodrigo bajarse los pantalones hasta las rodillas, y también aquellos bóxers oscuros. Dios, el castaño tenía un maldito pene muy grueso y largo. Estiró el culo inconscientemente y Rodrigo rió cariñoso contra su espalda.
—Vamos a hacer esto muy rápido porque estoy muy caliente y no quiero perder tiempo en prepararte ¿Estas bien con eso?
—Dios, sí, haz lo que sea.
Rodrigo le acaricio la cintura mientras escabulle su miembro por los muslos cerrados de Iván, peligrosamente cerca de su entrada. El pelinegro gimió y apretó las piernas, queriendo proporcionarle un poco más de placer.
—Ajá, de eso hablo. —murmuró Rodrigo con la voz ronca. Llevo una de sus manos al pene de Iván para comenzar a bombardearlo al ritmo de sus embestidas.
—Dios, Rodrigo… —gritó Iván, encantado. Movió sus caderas y se pegó completamente al cuerpo del castaño. Sintió unos mordiscos en el lóbulo de su oreja y la mano de Rodrigo se impregnó de su semen, sintió que se derretía por segundos.
Bien, eso había sido demasiado rápido. No era su culpa, en su defensa, jamás le habían tocado de esa manera.
Entonces se puso boca abajo solo para volver aún más loco al pobre de Rodrigo, quien no tardó en embestir sus muslos, haciendo chocar sus testículos contra aquellas nalgas. El castaño estaba sumamente perdido al ver el culo de Iván rebotar con sus penetraciones. Acaricio y beso la atractiva espalda del contrario, sintiendo que terminaría muy pronto.
No lo aguanto y sin pensarlo demasiado llevo la palma de su mano hacia las nalgas del pelinegro, nalgeandolo, tocándolo suavemente, apretándolo... y cuando separo las nalgas para ver lo que habia en su interior, se sujetó la polla y se vino en grandes cantidades sobre la pequeña entrada rosa de Buhajeruk.
Eso había sido demasiado intenso para ser un simple calenton.
Se dejó caer a un lado y observo en silencio la forma en la que Iván se ponía en pie, sin ninguna pizca de pudor. Todo dentro suyo volvió a despertar. Iván cogió sus ropas con lentitud, sonriéndole de forma inocente.
—Buenas noches Rodrigo. —se agachó para tomar el labio del contrario y morderlo con suavidad, para luego alejarse, moviendo exquisitamente aquel culo.
El castaño quedó encantado.
—Que buenas noches das… —susurró para sí mismo una vez que la luz fue apagada.
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𝗽𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 ( ✓ )
Fanfiction𝗣𝗔𝗖𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 ──En dónde Iván y Rodrigo no se soportan. [ rodrivan. AU ] #1 carrexspreen | January 14, 2023 #10 rodrivan | December 23, 2022 ㅤㅤadaptación realizada ㅤㅤpor backspreet | ADVERTENCIAS | ㅤㅤ-historia con contenido homosexual. ㅤㅤ-sh...