Iván caminaba por los pasillos del supermercado cogido de uno de los brazos de Juan. Como era su tercer cita el más alto quiso hacer algo diferente e invitarlo a su casa para cenar. No le pareció mala idea, de todos modos nunca tenía cosas que hacer por la noche y tampoco tenía amigos, por primera vez alguien estaba haciendo el esfuerzo de sacarlo de su pequeña cueva.
—¿Te gusta este queso? ¿O prefieres este? —le preguntaba Juan, mostrándole variedades de queso que usarían para ponerle a la pizza.
Iván solo lo miro por unos segundos, analizándolo. Pensó que quizá él no podría ver a Juan más que como un amigo, pero sabía perfectamente que el otro tenía otras intenciones con él. No le molestaba, de todos modos se supone que lo estaban intentando.
Finalmente contestó.
—Ya te dije que yo no comeré, escoge el que tu desees.
—Pero Iván... hasta voy a cocinar para ti. —Juan puso un puchero e Iván rió, Juan era algo tierno a pesar de todo.
—Pues hazme una ensalada o algo más sano, no pizza.
Mientras se debatían en elegir lo que cenarían ninguno se percató de las miradas cargadas de odio que les echaba alguien de lejos.
Rodrigo había ido a comprar unas cosas acompañado de su hermano mayor. No creyó encontrarse con Iván, y menos aún, que este estuviese muy bien acompañado. El castaño no sabía porqué pero algo dentro suyo sentía la necesidad de ir y romperle la cara a aquel pelinegro extraño. Y es que notaba como este le tocaba la cintura a Iván, hasta tenía el descaro de bajar más sus manos e Iván parecía demasiado ido pues no se daba cuenta de nada, mientras que el otro imbécil aprovechaba.
Trato de mirar hacia algún otro lugar pero lo único que su vista pedía en esos momentos era mirar un poco más a Iván. Paso las manos por su cabello negro y se rasco, en su mente solo aparecía el pelinegro con esos pantalones en exceso ajustados y aquella camisa blanca ajustada a su pequeña pero caliente figura. Las deliciosas curvas de ese cuerpo lo tenían mal ¿y qué era lo peor? Que él no podía darse el lujo de tocar algo así. Al parecer no era suficiente verlo en el instituto, ahora también tendría que encontrarlo fuera.
En eso, su hermano Lucas le pregunta algo y lo saca de sus pensamientos.
—¿Aquel de allá no es Iván?
Se hace el desentendido y mira en dirección al pelinegro.
—Ah, sí. No lo había visto.
Lucas mira a su cuñado asombrado.
—Quién diría de Iván, no sabía que tenía novio. Se lo tenía bien guardadito.
Rodrigo empuja con fuerza su lengua contra su mejilla, enojado. Aquellos dos no eran novios, eso no era posible.
—No lo creo, ese niñito es demasiado insoportable para tener novio.
—Digo lo mismo de ti hermano, y eso que tú aún no consigues uno. Venga ya, vamos a saludarlo.
Y ni siquiera le da tiempo de negar cuando Lucas ya está yendo hacia ellos. Se debate entre si irse corriendo porque aún Iván no lo ha visto, o ir y enfrentar el problema. Se decide por lo último, no le gustaba ser un cobarde. Su hermano habla animadamente con el pelinegro sin percatarse de que Juan lo mira muy mal. Rodrigo evita reír, porque ¡vamos! El idiota esta celando a la persona equivocada. No es como si él fuese la persona indicada pero... no, de hecho si lo era. Hace solo dos semanas había tenido a esa preciosidad de chico debajo suyo gimiendo necesitadamente por él, ellos habían tenido algo y por mas que quisiera, no podía seguir ignorándolo.
—Hey, hola. —lo saluda sin interés, recargándose sobre el hombro de su hermano, creando pura fachada para que nadie se de cuenta de cómo estaba muriendo de celos hace unos momentos.
—Rodrigo... Hola.
Le encantó como el chico había pasado de estar totalmente seguro a estar con las mejillas rojas y las manitos nerviosas e inquietas.
Se quedan mirando fijamente por unos segundos largos, la tensión sexual sigue ahí, al parecer el tiempo lo único que hace es provocar que las chispas crezcan aún más entre ellos.
—Bueno Ivancito, fue un placer verte, también a tu novio. Pero debo irme, saludos a tu familia.
—Ya te dije que no es mi novio Lucas.
El castaño gira rápidamente el rostro hacia otro lado para que nadie vea la gran sonrisa socarrona que se formó automáticamente en su cara al oír las palabras del pelinegro.
"Lo sabía" fue lo que pensó.
Lucas niega divertido ante la negativa de Iván y le da un beso en la mejilla a modo de despedida, a Juan solo un apretón de manos. Rodrigo sonríe malicioso, y decide imitar la noble acción de su hermano. Aprovecha que el otro pelinegro grandísimo idiota este concentrado en mirar mal a su hermano para darle un beso a la mejilla a Iván y luego susurrarle al oído.
—Portate bien Ivancito.
Y antes de incluso alejarse para que nadie lo descubra, besa fugazmente los preciosos labios del más bajo, dejando a este aún con la cara más roja y con el sentimiento de vergüenza intacto. Se aleja antes de ser descubierto y no le dirige ninguna mirada a Juan.
Rodrigo se da cuenta que Iván en ningún momento había impedido ese acercamiento entre ambos, lo que significaba que aún anhelaba un poco de él.
Iba a volver a tener una noche con Iván y nadie se interpondría a eso.
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𝗽𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 ( ✓ )
Fanfiction𝗣𝗔𝗖𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 ──En dónde Iván y Rodrigo no se soportan. [ rodrivan. AU ] #1 carrexspreen | January 14, 2023 #10 rodrivan | December 23, 2022 ㅤㅤadaptación realizada ㅤㅤpor backspreet | ADVERTENCIAS | ㅤㅤ-historia con contenido homosexual. ㅤㅤ-sh...