El pelinegro no estaba consiente del tiempo que se habían tardado en salir de la ciudad y tampoco es como si le hubiese tomado importancia, había estado todo el trayecto demasiado ocupado en abrazarse a la cintura de Rodrigo, también sentía un poco de pena pues en la motocicleta el frío se sentía aun mas y el castaño no llevaba más que una camisa de tela muy fina. Así que esa era otra de las razones por las cuales manoseaba el cuerpo del contrario, queriendo transmitirle un poco de su calor.
Cuando Rodrigo detuvo la motocicleta Iván pudo respirar con relajación, al bajarse se quitó el casco y acomodó su cabello rebelde. Solo entonces se percató de que estaban en el medio de uno de los bosques que se hallan no tan lejos de la ciudad. Se habían estacionado frente a una cabaña que tenía las luces del patio encendidas. Mira a Rodrigo con curiosidad, tratando de conseguir alguna respuesta, pero solo recibe una sonrisa.
—¿Aqui querías traerme?
—No exactamente. Pero debo entrar para conseguir un poco de ropa. —Iván asiente, es consciente de que está haciendo demasiado frío pero él casi ni lo siente, la chaqueta que llevaba puesta le abrigaba muy bien. Observa como Rodrigo se baja de su motocicleta y estira su mano, esperando a que la suya se le una. —Ven, no te dejaré aquí solo.
Se apresuró en tomar su mano y se meten en aquel lugar, enseguida Iván coge cariño al interior de está, pues le gusta mucho el aspecto hogareño e íntimo que tiene. El castaño lo abandona unos momentos, yendo a buscar algún abrigo. Cuando se queda solo, recorre el lugar con la mirada, acercándose a una estantería de fotos. Allí estaba la familia Carrera, eran fotografías recopiladas a lo largo de los años, pero él solo podía ver la evolución de su castaño en cada una de las fotos.
¿Cuándo había crecido tanto?
No puede evitar preguntarse eso, pues si bien al parecer Rodrigo siempre fue bajo, antes era aún más pequeño de contextura.
—Oye, no mires eso. —Se escucha a un Carrera avergonzado, colocándose al frente suyo para taparle el paso a su vista.
—Ahorrare mis comentarios y solo daré gracias a la pubertad.
—Mucho mejor.
Carrera vuelve a tomarlo de la mano para guiarlo hacia el exterior. Iván se prende de su brazo y se queda observando el contacto de sus manos unidas, le gusta la manera en que Rodrigo coge la suya, con una delicada fuerza que lo hace sentir seguro.
Es en el momento que van hacia el interior del bosque en el cuál se asusta. No es fanático de la oscuridad ni de los lugares así, la única excepción que hizo en su vida para ir a un bosque en el medio de la plena noche, fue en el campamento cuando tuvo que ir a por Rodrigo.
—No tengas miedo, no saldrá ningún oso a morderte esta vez. —comenta el castaño, acercando aún más su cuerpo al suyo queriendo darle seguridad.
—Lo sé.
—Aunque no estoy muy seguro…
—¡Rodrigo! —le reta Iván, haciendo reír al otro.
—Relajate precioso, no pasara nada.
Inmediatamente Iván queda sonrojado e ido, el beso protector en su frente y el apodo cariñoso bastaron para tranquilizarlo, dando paso a los conocidos latidos acelerados de su corazón esta vez latiendo con fuerza por Rodrigo.
En definitiva se tranquiliza y se deja guiar sin problemas, no sabía qué esperar pero ya le encantaba el hecho de que Carrera haya decidido hacer algo por él. Ese encuentro en el bosque no le recuerda tanto al anterior que habían tenido en un lugar así, esta vez iban abrazados y raramente sin ninguna discusión. Iván agradece a que no haya llovido y la tierra este seca, pues no quería ensuciar sus lindas pantuflas.
—Bueno, haré esto bien… —Susurra el castaño para luego soltarle y ponerse tras suyo, tapándole los ojos con sus manos.
Iván se ríe ante el esfuerzo de taparle los ojos con su altura y se deja guiar.
—No soy bueno con los regalos y las sorpresas cariño, pero quiero que sepas que me he esforzado por ti. —murmura Rodrigo en su oído.
El pequeño recorrido con los ojos a ciegas parece terminar, pues el chico quita sus manos para enseguida abrazarle por detrás. Iván observa todo y una sonrisa luminosa empieza a crecer en su rostro inconscientemente. El incluso había oído el sonido del mar y no le tomo importancia, pero que haya una fogata frente a esta y una carpa roja un poco mas alejada, le hizo later el corazón con una felicidad que no sentía desde hace mucho. La vista era hermosa, el sonido de las olas chocando entre si rompía el silencio de todo el inmenso lugar.
—Rodrigo… Esto es.. —Trata de halagar porque en verdad le ha gustado más de lo que podría llegar a imaginar, pero las engañosas lágrimas comienzan a bajar por sus pequeños ojos pues nunca nadie había hecho algo tan bonito para él. El nudo en su garganta crece y no lo soporta, es débil, llora tapándose la cara con sus manitos. Agradece internamente que Rodrigo no le recrimina nada.
—No digas nada, solo di si valió la pena. —susurra el castaño a su lado, dejando un beso duradero en su mejilla.
Limpia sus lágrimas con apuro para girarse y abrazarlo por los hombros, no tardando en unir sus labios para ser correspondido al instante. Sonríe entre medio del beso, realmente emocionado como para seguir.
—Te has lucido, es mi mejor regalo.
—Eso quería oír.
—Gracias Rodrigo, en serio, me haces sentir muy feliz justo ahora. —se sincera, mirándolo a los ojos.
—Tu me estas haciendo feliz justo ahora, Buhajeruk. —dice el castaño por lo bajo, tomando de los negros cabellos del chico para acercarlo y volverlo a besar.
Se quedan allí pegados uno al otro por un poco mas de tiempo, quizá nunca se habían besado con tanto amor y ahora era tiempo para hacerlo. Para Rodrigo nunca había sido tan divertido besar a alguien sin pasar a mayores, incluso así, teniendo los labios carnosos de Iván moviéndose apenas sobre los suyos, el pensaba que estaba perfecto. Esas manos suaves y pequeñas acariciando su mandíbula le relajaban, hasta diría que lo hacia sentir lleno de calidez.
Iván es quien rompe el beso, pues el más alto parecía estar dispuesto a comerle la boca toda la noche.
—¿Tienes hambre? —pregunta Rodrigo de repente. Iván asiente divertido. –Entonces ven, probarás mi comida.
Lejos de asustarse, Iván lo sigue encantado hacia aquella carpa que por esa noche, seria su nido de amor.
adivinen quién volvio :D
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𝗽𝗮𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 ( ✓ )
Fanfiction𝗣𝗔𝗖𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔 ──En dónde Iván y Rodrigo no se soportan. [ rodrivan. AU ] #1 carrexspreen | January 14, 2023 #10 rodrivan | December 23, 2022 ㅤㅤadaptación realizada ㅤㅤpor backspreet | ADVERTENCIAS | ㅤㅤ-historia con contenido homosexual. ㅤㅤ-sh...