Magnus
El día de hoy decidí llevar a Madai a recorrer la galería de arte más importante que existe en Lacrontte.
Sé que ama el arte, es su más grande pasión.
Desde que éramos niños es muy talentosa en ello. Su arte es capaz de transmitirte tantas cosas. Puedes percibir tantos sentimientos en cada una de sus obras.
No entiendo por qué se niega a mostrarlo ante el mundo. Un talento así debe ser mostrado ante todos.
Aún recuerdo cuando éramos niños y ella siempre cargaba con una libreta y un lápiz a todos lados. Decía que nunca sabes en qué momento encontraras algo digno de plasmar.
Mi madre adoraba la forma en que ella lograba ver belleza hasta en las cosas más pequeñas e insignificantes. Plasmaba cosas que ante los ojos de los demás pasan desapercibidas.
El hecho de que me dibuje hace algo extraño se remueva en mi pecho.
Me considera algo digno de plasmar.
—¿A dónde vamos?—pregunta cuando estamos en el auto.
No le he dicho a donde planeo llevarla.
—Ya lo verás.—contesto con simpleza.
Deja salir un resoplido.
No dice nada más y se dedica a observar por la ventanilla.
Gracias a la luz del sol, en su castaño cabello se logran apreciar algunos mechones dorados.
Su cabello era más claro cuando tenía ocho años, al parecer con el pasar de los años su cabello se oscureció, pero no del todo. Y no es de extrañarse que tenga mechones dorados, su madre tiene el cabello totalmente rubio, de un color casi platinado. Es sorprendente el hecho que ninguna de sus hijas heredara ese color tan peculiar.
—Me gustaría invitar a mis padres a venir en unos días a Lacrontte.—dice mientras dirige su atención a mí.—También me gustaría invitar a los Russo, mi familia tiene mucho sin verlos.
La mayor parte de la familia de mi esposa ya me ha aceptado.
Cristine se ha comportado muy amable conmigo en todas las ocasiones en las que nos hemos visto después de la fiesta de compromiso. Ella me invito a la fiesta de cumpleaños que le organizaron al rey Thomas, él no parecía muy contento con mi presencia.
Mi suegro me odia.
Cada que ese hombre me ve, me mira como si quisiera matarme. Madai me ha dicho que solo es un padre celoso, pero jamás he visto que se comporte de esa manera con el niño Darcy.
Adara dice que Thomas ama a Asher, que lo trata como si fuera un hijo. No dudo que lo que diga esa mocosa sea verdad, ella se entera de todo. Es mi fuente más confiable de información.
Clarisse por su parte, me ha dado un buen trato. Creo que su amistad con mi abuela hace que le resulte agradable.
—Si así lo deseas, no tengo problema.
—Gracias.—me sonríe.
—El palacio ahora también es tu casa, puedes invitar a quien tú quieras.
Un brillo travieso aparece en sus ojos.
¿Qué está planeando?
—Entonces puedo invitar a Asher y Stefan.
Me tenso completamente.
La sola idea de imaginarla con alguno de ellos dos hace que un malestar se arraigue en mi estómago.
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Serendipia
FanfictionUna princesa que le tiene miedo al amor por su trágica experiencia con el, un rey frío y e inexpresivo que cree que el amor es una debilidad. Sus personalidades son parecidas pero opuestas a la vez. Ella es una mujer muy independiente y sería la pri...