Narrador Omnisciente
Meses atrás.
El cumpleaños del actual monarca de Salvatore estaba cerca.
Este se llevaría a cabo apenas cuatro días después de la celebración del reciente compromiso entre la princesa Madai y el rey Magnus.
Su compromiso fue llevado a cabo el primer día de marzo.
Un día posterior a esta celebración, el rey Magnus fue a visitar a su prometida en compañía del Rey Gregorie. Se planeó que firmaran un acuerdo comercial entre los tres reinos, ya que Salvatore anteriormente no tenía tratos con Lacrontte, solo los tenían con Cromanoff.
Lo que nadie se esperaba, es que la reina Cristine invitara al prometido de su hija a la pequeña celebración que le harían a su esposo.
El rey Lacrontte trato de negarse múltiples veces, pero la madre de Madai logro convencerlo de asistir.
Después de que ambos primos se fueran del palacio, una enorme discusión estalló entre madre e hija. En la cual la castaña no había medido sus palabras y llego a herir a su madre.
La reina estuvo ignorando a su hija por dos días seguidos.
No le dirigía la palabra, ni tampoco la miraba.
Thomas se vio obligado a tomar cartas en el asunto, aunque para él era muy extraño ser el mediador entre su esposa e hija, normalmente siempre era al revés.
—No quiero que están peleadas el día de mi cumpleaños, princesa.—le decía el hombre a su hija.
—He tratado de hablar con ella, papá.—dice la princesa mientras esquivaba los golpes que su padre intentaba darle.—Cada vez que me ve, mamá solo me saca la vuelta.
Padre e hija se encontraban entrenando en una pelea cuerpo a cuerpo.
—Pues debes intentarlo mejor, hija. Fuiste tú la que hirió a tu madre.
—Ya lo sé, papi. No tienes que recordarme que fui una desgraciada con mi madre.—respondió soltando un puñetazo en dirección a su progenitor.
El hombre lo esquivo de manera fácil.
—No estoy tratando de recriminarte nada, Madai. Trato de hacerte ver que no debes dejar que tu orgullo te ciegue.
La chica sintió como sus ojos empezaron a humedecerse.
—Cuando mamá le hizo la invitación a Magnus me sentí traicionada. Fue como si ella hubiera olvidado todo lo que la ambición de Magnus le causo a nuestro reino. Hubo perdidas que dejaron un vacío en algunos de nosotros.—una lágrima recorrió la mejilla de la princesa.
Thomas se acercó a su pequeña y la abrazo.
—Yo tampoco quería que Magnus estuviera aquí, linda. Pero nos guste o no, él ahora es tu prometido. Y sabes que tu madre adopta a cualquier persona que tiene problemas.
—Lo sé.
Siguieron entrenando por un rato, para después ir a asearse y poder arreglar el asunto de ambas mujeres.
Madai agradeció el hecho de que Adara hubiera decidido ir a casa de su familia materna. Ella no presencio todo lo que paso entre ella y su madre.
La castaña iba caminando a un lado de su padre en dirección a la habitación que este compartía con su esposa.
El pelinegro abrió la puerta de su habitación, dejando ver a su la reina.
Cristine estaba viendo en dirección a la puerta, pero en cuanto ve el rostro de su hija, se gira sobre el colchón y le da la espalda.
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Serendipia
FanfictionUna princesa que le tiene miedo al amor por su trágica experiencia con el, un rey frío y e inexpresivo que cree que el amor es una debilidad. Sus personalidades son parecidas pero opuestas a la vez. Ella es una mujer muy independiente y sería la pri...