Capítulo 18

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Meses atrás

Magnus

Me llego una carta que Gregorie me mando hace unas horas.

Frunzo el ceño al leer el título.

"Las moscas sobre el cheesecake"

Tu cheesecake está siendo merodeado por dos moscas estos últimos días. Son tan ruidosas y latosas. Por más que he tratado de ahuyentarlas de regreso a sus reinos, no se dan por vencidas.

Si no vas a cuidar a tu cheesecake, te lo van a ganar.

Es imperativo que visites Salvatore.

Atte: Tu primo favorito.

Los engranajes en mi cabeza no dejan de maquinar hasta que por fin mi mente une piezas.

Cheesecake, ese es el postre favorito de la coronitas.

Ella representa a ese postre, mientras que las moscas son sus pretendientes. Esos que no dejan de estar detrás de ella pese a que ahora está comprometida conmigo.

A Stefan no le basto con humillarse el día de mi fiesta de compromiso frente a todos, aún sigue buscando a mi prometida.

Y ese niño Darcy.

Madai está encantada con él.

Siempre que él se encuentra a su alrededor, ella se la pasa sonriéndole. Odio que le regale esas sonrisas brillantes que deberían ser solo para mí.

Maldito mocoso.

Gregorie me dijo que él y la hormiga tuvieron un tipo de crush el uno por el otro cuando eran adolescentes, pero que nada se concretó.

Gracias al cielo.

Pero que hace pocos meses, empezaron a frecuentarse de manera más continua.

Ambos creemos que Asher no se daba por vencido con ella, más aún al saber que tal vez podría ser recíproco el afecto que sentía por la princesa.

Una sonrisa aparece en mi rostro.

Te jodi los planes, niño.

No fuiste lo suficientemente rápido para tratar de acercarte a Madai.

—¡Francis!—llamo a mi consejero.

La puerta de mi despacho es abierta segundos después.

—¿Me llamo?

Asiento.

—Prepara un avión para ir a Salvatore.—digo con seriedad.—Iré a ver a mi prometida.

Él frunce el ceño.

—Dijo que no la visitaría en toda la semana.

Eso era antes de que trataran de comerse mi postre.

Yo seré el primero en probarlo antes que cualquiera de esos dos.

Sobre mi cadáver dejaré que cualquiera de ellos le ponga una mano encima a mi prometida.

O en el peor de los casos, que intenten robármela.

No soy un hombre inseguro, por el amor de Dios, soy el ser más hermoso que existe.

Cada día me despierto más atractivo que el anterior.

No dudo de mi atractivo o de lo que puedo llegar a causar en ella. Dudo de los sentimientos que Madai siga conservando por Asher.

—Me liberé antes de mis pendientes, así que puedo ir a verla.—me excuso.

SerendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora