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░▒🍰▎ SUZUKI YUNA ha tenido una vida complicada, sus sueños se arruinaron, perdió a la persona que más quería y no puede ver el mundo a su alrededor. Un accidente cambió su mundo y la culpa la obligó a cambiar a ella.
Conoce...
HABÍA SOLO UNA PALABRA PARA RESUMIR lo que sucedió después; desastre.
Y esa palabra en realidad no le hacía justicia a lo que realmente paso. Pues después de caer sobre Yuna, Tamaki se levantó asustado con la cara completamente roja, pero no pudo evitar tocar sus propios labios extrañando la calidez que sintió al besar a Yuna.
Yuna por su lado no sabía que decir, el silencio que se formó a su alrededor era incómodo, los demás Host se encontraban en shock al igual que ella. Pero la pelinegra solo quería desaparecer, así que no dudo el levantarse del suelo y salir corriendo.
Choco con tantas personas, pero no le importo lo más mínimo. Lo que no esperaba era oír como múltiples pasos la seguían, incluso pudo escuchar como los gemelos le pedían que se detuviera, pero ella no lo hizo.
Su plan de correr sin rumbo fue interrumpido por un par de brazos que la alcanzaron y la estrecharon. Yuna estuvo a punto de caer por las escaleras y probablemente eso hubiera sucedido si Takashi no la hubiera detenido.
━━Sueltame. ━━ pidió en voz baja, era un desastre andante y su aspecto desorientado lo confirmaban.
━━Vamos. ━━ Yuna se iba a negar hasta que sintió como el mayor la cargo al estilo princesa y la llevo al lado contrario de dónde se seguían oyendo las voces de los gemelos seguidas de los demás Host.
Pasaron algunos minutos antes de que el mayor la dejara en un asiento. ━━Gracias.
El Morinozuka solo hizo un ruido de afirmación y coloco en sus manos un pañuelo. Yuna ni siquiera se había dado cuenta del momento en que había comenzado a llorar, pero no podía evitar que sus lágrimas siguieran saliendo, se sentía patética.
━━Si quieres llorar hazlo, desde aquí nadie te verá. ━━ fueron esas palabras llenas de sinceridad y el abrazo que le proporciono Takashi lo que desencadenaron su llanto.
Se escondió entre los brazos del mayor y decidió dejar salir la frustración que le generaba el no saber que sentía, era un desastre y era aún peor no poder ponerle un nombre a todo aquello que sentía. Pero sobre todo sentía miedo, sentía miedo del cambio que surgía poco a poco y le aterraba empezar a sentir lo que sentía.
No sabía que era, pero sentía que estaba mal. Si ella pudiera dejar de sentir, en definitiva lo haría.