015 domingo de bote.

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❝ CAPÍTULO QUINCE  └  ⠀⠀domingo de bote* ˚ ✦

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CAPÍTULO QUINCE
└  ⠀⠀domingo de bote* ˚ ✦

Me hallaba aferrada a su regazo, envuelta en una conversación profunda que exploraba las raíces de nuestra existencia

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Me hallaba aferrada a su regazo, envuelta en una conversación profunda que exploraba las raíces de nuestra existencia. El interés que él había demostrado por mi pasado y la historia de mis padres resonaba en cada palabra que compartíamos. En aquel momento, comprendí la curiosidad genuina que impulsaba su deseo por conocer cada faceta de mi vida, como si él mismo quisiera desentrañar los misterios que me conformaban.

── ¿A qué edad te fuiste de casa? ── preguntó, apoyando sus brazos en mis piernas, mientras sus ojos aún brillaban con curiosidad.

── A los dieciséis ── respondí, dejando caer mi mirada ligeramente, notando su sorpresa ante mi respuesta. ──Hace un año ── agregué, cediéndole luego la oportunidad de hablar.

── Joder ── murmuró con cierta lentitud. ──¿Y cómo lograste tener tu propio apartamento? ── Volvió a preguntar, sin apartar su mirada de la mía. Era comprensible su curiosidad, especialmente al descubrir que me había ido de casa siendo aún tan joven.

── Tenía unos ahorros ── proseguí, compartiendo más de mi historia. ── Desde los catorce años, tomé la decisión de irme de casa. Las constantes discusiones en mi casa eran un peso constante, y cuando la familia de Pedri venía de visita, todo parecía disfrazarse, pero el enojo latía entre ellos.── Mientras relataba estos detalles, Pablo tomó mi mano y descansó su mentón en uno de mis hombros, buscando cercanía y apoyo en ese gesto íntimo. Sentía su calidez y su preocupación manifestada en ese contacto reconfortante. ── De vez en cuando, mi mamá viene a visitarme, aunque no con frecuencia. A veces me proporciona algo de dinero, pero en este momento mis ahorros se están agotando y no sé cómo podré mantenerme ── compartí con un dejo de preocupación. Su atención estaba totalmente centrada en mí, y cada palabra que salía de mi boca parecía hacerle reflexionar en busca de una solución.

── Yo te puedo ayudar ── respondió, acariciando suavemente una de mis manos con algunos de sus dedos. Inmediatamente al escuchar esto, no pude evitar negarle.

𝐏𝐔𝐍𝐓𝐎 𝐆! ━━ pablo gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora