𝐏𝐔𝐍𝐓𝐎 𝐆! | No hay ninguna forma de amor que no encierre una pizca de odio ¡!❞
Donde Ainara González se encuentra enamorada del chaval más insoportable que ha cruzado su camino. A pesar de ser alguien desafiante, cuyo carácter resulta difícil d...
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❝ CAPÍTULO ONCE └ ⠀⠀otro atardecer * ˚ ✦
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Ese mismo día, todos tratamos de resolver las diferencias surgidas entre Pablo y los demás. Sentí un fuerte remordimiento por él, sabiendo que, por mi culpa, tuvo problemas con Pedri.
Después de haber mediado para que Pedri perdonara a Gavi, éste se unió a nosotros en el coche verde de Gavi. No puedo negar que el viaje se sintió increíblemente tenso y incómodo. Horas antes, ambos tipos estaban a punto de pelearse, casi llegando a lastimarse gravemente.
Durante el trayecto hacia mi casa, ninguno de los dos chicos pronunció una sola palabra. El silencio era casi opresivo, como si todavía estuvieran enfadados. Pedri intentaba aligerar la atmósfera y calmar las tensiones.
── Menuda situación. ── rompí el silencio, haciendo que Pedri me mirara con cierta confusión mientras seguía concentrado en la carretera.
── ¿Por qué dices eso? ── preguntó Pablo asomando la cabeza desde los asientos traseros, como un niño curioso, ya que en ese momento el asiento del copiloto era mío.
── Bueno, hace unas horas estabais a punto de daros a golpes. ── comenté entre risas, provocando también una sonrisa en Pedri y Gavi. ── Lo más sorprendente es todo lo que ha ocurrido en menos de tres meses. ── Continué, captando la atención de ambos chicos. ── Conocí a Gavi, tuvimos nuestro encuentro algo íntimo, perdí a mi mejor amiga, casi pierdo también a mi mejor amigo. ── solté entre risas, mirándolos a ambos, mientras me sentía un tanto incómoda por la situación.
── Vaya vida de protagonista ¿no?.── mencionó Pedri intentando unirse a la conversación.
── Que si Ainara que si.── respondió Pablo. Su comentario me sacó una pequeña sonrisa, y él lo notó. A pesar de haber alterado mi estabilidad mental, de alguna manera está logrando caerme bien de nuevo, al menos como amigo.
Después de ese momento, la incomodidad que había prevalecido desapareció como si en realidad nada hubiera sucedido. Éramos los mismos chicos de antes, lo que hizo que el resto del viaje fuera disfrutable y sin ninguna tensión. Al llegar a mi edificio, me despedí de ambos chicos y me dirigí a mi apartamento.
