Capítulo diez: Mera Mera No Mi

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—Oye, Ace —dijo (Tn) mirando hacia su extremo izquierdo sobre el hombro, abajo, donde se encontraba Striker

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—Oye, Ace —dijo (Tn) mirando hacia su extremo izquierdo sobre el hombro, abajo, donde se encontraba Striker. Tanto ella como el susodicho estaban sentados sobre la barandilla de la popa—. Entonces, ¿Deuce y tú salieron de la Isla Sixis usando el pequeño navío?

—Así fue —respondió ya que acababa de contarle la historia de aquella vez, cuando fue a parar a dicha estéril extensión territorial y terminó comiendo la Mera Mera No Mi—. ¿Por qué lo preguntas así?

(Tn) suspiró ligeramente mientras que Ace enarcó la ceja, ya que tenía una ligera idea de lo que por la cabeza de ella rondaba.

—Porque si viajaras solo y sin llevar a cuestas una torpe como yo, seguramente ya habrías llegado a tu destino —respondió volteando hacia él.

—¿Insistirás con ello? —la miró con ojos entornados.

(Tn) negó con la cabeza mientras le regalaba una suave sonrisa llena de ese agradecimiento que su boca no necesitaba declamar.

—Es solo que... —suspiró—, has sido muy bueno conmigo, Ace.

—Y tú has sido una gran compañía, (Tn).

La susodicha se carcajeó.

—Un gran atraso querrás decir.

—Nada de eso —se puso de pie y le extendió la mano—. Venga. Demos un paseo.

—¿Paseo? ¿Dónde?

—¿Confías en mí?

—Te lo he dicho ya —murmuró (Tn) mirándolo con fijeza, mientras sus dedos alcanzaron los del susodicho—, creo que eres la única persona en quien confío, hombre sol.

Ace tiró con suavidad de la mano de la antedicha y la atrajo a su cuerpo sin dejar de verla hacia abajo.

—Pues qué bien, porque igualmente, yo confío en ti.

Los ojos de ambos mantuvieron la conexión, hasta que Ace se agachó a cogerla en sus brazos en un rápido movimiento que acabó con él saltando del barco.

(Tn) gritó aferrada al cuello de Ace. El acto inesperado la sorprendió sobremanera.

Su mente obtuvo una inmediata respuesta para una pregunta que todavía no se había formulado.

La perturbación de los sentidos que aún no se coordinaban se esfumó cuando Ace la colocó de pie sobre Striker sin dejar de mantenerla apegada a su cuerpo.

—¿El paseo del que hablabas es en...

—Así es —le interrumpió Ace regalándole una blanca sonrisa encantadora.

—Oh cielos —dijo aferrándose al torso de Ace mientras echaba un vistazo bajo sus pies—. El espacio es realmente reducido.

—Lo es.

QUÉDATE CONMIGO ━━ [FINALIZADA] 《24》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora