Capítulo veintiocho: Quédate conmigo

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—Te dije que ya no hables, anciano necio —masculló Bane, que con cuidado empujaba de los hombros a Gray para hacer que se recostara sobre la almohada

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—Te dije que ya no hables, anciano necio —masculló Bane, que con cuidado empujaba de los hombros a Gray para hacer que se recostara sobre la almohada. Estaba sentado en el catre donde acababan de practicarle una cirugía en el corazón.

El susodicho refunfuñaba cosas ininteligibles debido a que, para entonces, Bane ya debía haberle llevado a (Tn).

Sucedió, que después de que Bane recibiera la llamada de Kone para informarle sobre el paradero de (Tn), el primero partió con destino a Isla Hikari donde se registró con un nombre falso en la posada de las famosas aguas termales en la colina.

Merodeó con cautela por el sitio, donde se le dijo que no podía ir al ala Este, ya que se encontraba en mantenimiento. Esto disparó sus alarmas, y por ello esperó a que anocheciera para echar un vistazo.

Se arrastró con cuidado por todo el tejado hasta que logró ver a (Tn) a lo lejos, entrando en las aguas termales con Ace.

Permaneció vigilante hasta en horas de la madrugada, cuando una tenue luz era todo lo que se filtraba por la puerta corrediza de la habitación. No se movió de su sitio, hasta que, cuando el reloj casi marcaba las seis de la mañana, vio que Ace —que usaba una gabardina negra y su icónico sombrero—, salía por la puerta con una mochila cuya asa llevaba en el hombro izquierdo.

Pudo ver, también, que (Tn) corrió tras el susodicho para abrazarlo por la espalda.

Bane no escuchó nada de lo que ella y Ace hablaban, pero por la manera en que éste la consolaba, especuló que se trataba de una petición: que no se marchara.

Pensó que era cuestión de esperar algunos minutos para raptarla, cosa que haría tan pronto como se despidieran de una buena vez; pero entonces el pitido de uno de los dos BeatSnail que llevaba consigo lo obligó a retirarse. Después de todo, notó que Ace había elevado la mirada en su dirección casi a la vez que él se apegaba al tejado. Pensó en que éste tenía un oído agudo.

Cuando se encontraba en su habitación a salvo de ser descubierto, revisó el BeatSnail notando que se trataba del que marcaba los signos vitales de Gray; de modo que llamó al doctor a cargo, quien era el único que sabía que el susodicho aún vivía.

Se le informó que Gray había sufrido un infarto debido al mal funcionamiento de la batería que mantenía su corazón activo.

Bane no tuvo mas remedio que abandonar Isla Hikari en su submarino. Fuese como fuese, Gray era la única familia que le quedaba. De modo que, ahí se encontraba, siendo reñido por el anciano moribundo que no entendía que debía guardar reposo.

—Una vez más... —dijo con voz cansada, respirando con ayuda de la máscara de oxígeno—, has fallado.

—No he fallado, sé donde está así como también sé que no se irá de ese sitio hasta que Portgas D. Ace regrese. Mi gente se encarga de vigilarlos a ambos. No tienes que...

QUÉDATE CONMIGO ━━ [FINALIZADA] 《24》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora