12 de diciembre #NaviFicsMLB
—¿Qué son todas estas velas? —preguntó asombrada y un tanto confundida la azabache.
De repente se sentía en una especie de deja vú con respecto a la primera vez que lucharon contra Glaciator.
Recordaba perfectamente cómo Chat Noir había llenado todo un balcón parisino con velas decorando cada parte del lugar y muchos pétalos de rosas rojas dotando el ambiente con una gran pizca de romanticismo.
Hacía minutos había vuelto a su casa luego de haber dejado a sus hijos con sus padres. Adrien, por su parte, se encargaría de ciertos trámites administrativos con respecto a la mansión, desde que Gabriel había sido declarado culpable por atentar contra la vida de los parisinos, la justicia determinó su sentencia perpetua en la cárcel.
No había sido nada fácil para el rubio confrontar esa nueva realidad, poco le importaba lo que hablaran de él, sólo tenía en mente proteger a su familia de tal exposición y demostrando que nada tenía que ver con tales planes macabros.
Marinette apoyó las llaves del auto y su bolso en la encimera de la cocina para continuar el camino de velas que la llevaba a la sala de estar en donde se topó con otras velas distintas a las que funcionaban como guía.
La chimenea lucía cinco velas aromáticas con frases grabadas en cada una de ellas. La fémina comenzó leyendo cada una a medida que las tomaba delicadamente en sus manos:
"Contigo pasaría toda la noche en vela"
"Pienso en ti y me desvelo"
"La oscuridad desaparece cuando llega tu luz"
"Eres mi compañera de aventuras favorita"
"Todo contigo, nada sin ti"
Leyó sintiendo cómo sus mejillas adquirían un tierno sonrojo, su estómago cosquillear, su corazón se derretía ante cada frase especial. Marinette no dejaba de suspirar releyendo cada vela una y otra vez.
Muchas veces creía no merecer el amor del rubio, era un ser extraordinario, poco común y ello le encantaba.
Fue cuestión de tiempo para sentir cómo un pequeño golpe en la ventana llamaba su atención.
Sus labios se curvaron en una dulce sonrisa al visualizar a su gatito esperando en ella para que le concediera el paso hacia la sala de estar.
—¿No podías entrar por la puerta como una persona normal? —preguntó divertida al abrir las hojas de la ventana de par en par sin permitirle el paso.
—Quería ser romántico —Marinette alzó una ceja de manera perspicaz—. Bueno, en realidad olvidé las llaves y casi siempre esta ventana suele estar abierta —sonrió inocentemente.
—¿En qué pensará tanto esa cabeza —golpeó su frente con su dedo índice— que logra olvidarse de todo?
—En ti, claro.
La azabache quedó desprovista de palabras y más al sentir cómo su enguantada mano tomaba delicadamente su muñeca para atraerla hacia él.
—Eres un gato zalamero.
—Miau princesa —se acercó coquetamente a su rostro visualizando sus carmesíes.
—Un gato olvidadizo.
—Tú gato olvidadizo.
—Y galán —sonrió sin poder aguantar la risa.
Finalmente ambos ingresaron a la calidez de su hogar. Adrien deshizo su transformación para luego sostener a su chica en un apretado abrazo recargador de energía como él le llamaba.
—Te eché mucho de menos —susurró contra su frente.
—Y yo a ti mi rubio —se separó alzando la vista hacia sus esmeraldas—. ¿Cómo te ha ido con... ya sabes?
—Se podría decir que ya todo estaría en regla —sonrió apenas comenzando a dejar sutiles caricias en sus mejillas—. Debo reunirme una vez más con el abogado y la mansión finalmente estará en mis manos.
—Es un esfuerzo más —lo alentó enredando sus dedos en los mechones de su nuca—. ¿Has decidido qué hacer con ella?
—Definitivamente no viviremos allí —suspiró dejándose mimar con ella—. Aunque no te negaré que me duele mucho dejar ir el lugar con los pocos recuerdos que tengo de mi madre.
—No debes tomar una decisión rápidamente, puedes hacerlo cuando te sientas listo y yo estaré allí para acompañarte.
Adrien sonrió agradecido inclinando su rostro para besarla con premura. Se sentía el tipo más afortunado del mundo, fue tanto el tiempo que se sintió solo que le resultaba utópico tener una compañera como Marinette.
La misma chica que conoció en esa tarea en común que tenía al cuidar de París de un malvado villano.
La misma chica que lo tuvo sumamente confundido al enamorarse de su alter ego y sentir cosas por su divertida e inteligente amiga del instituto.
La misma chica que lo acompañó en todo momento al enterarse de quién era su padre.
La misma chica que no dudó en luchar por su amor y lograr levantarlo en su peor momento.
La misma chica que le regaló dos hermosos hijos por los que no dudaría en dar su vida y más.
—¿Te ha gustado tu regalo? —indagó rompiendo ese tibio y dulce contacto.
—Sabes bien la respuesta —sonrió contra sus labios—. Todo lo que venga de ti me encanta.
—¿Todo? —murmuró estrechándola contra sus brazos—. Entonces... ¿Te gustaría ayudar a este gato a quitarse unas espinas de su espalda?
—¿Espinas? —preguntó frunciendo el ceño—. ¡Adrien!
—¿Qué?
—¿Otra vez anduviste saltando entre árboles?
—Sabes lo mucho que me gusta saltar con mi bastón —esbozó un inocente puchero—. No hubiese tenido ese problema si me prestaras tus pendientes cuando tengo ganas de columpiarme entre edificios.
Marinette negó divertida mientras tomaba sus manos para tirar de él hacia el baño.
—No prometo ser suave, mereces tu castigo.
—Miauu —relamió sus labios con travesura—. ¿Quieres que le demos uso a una de las velas?
—¡Adrien!
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Reto navideño || Adrinette
FanfictionMicrorelatos navideños durante veinticinco días. Reto propuesto por: MiraculousFics (twitter) / fics_miraculous (ig) para este mes de diciembre 2022. #NaviFicsMLB Se prohíben copias y adaptaciones.