Reto navideño || Adrinette

21 || Campanas

21 de diciembre #NaviFicsMLB

La pronta Nochebuena y Navidad se sentía en el aire de la casa de los Agreste Dupain Cheng. Emma no había dejado de levantarse temprano para comenzar su rutina diaria de ver películas navideñas mientras desayunaba con un Hugo y su biberón cargado de leche.

—Hugo —le dio dos toquecitos a su muslo—. Mira esta parte, es muy buena.

El pequeño rubio continuó con su vista en la TV sin entender mucho la trama, pero lo que se reproducía en la pantalla llamaba mucho su atención mientras tomaba su segundo biberón en lo que iba de la mañana.

—Ese señor es malo, quiere arruinar la Navidad, pero no te preocupes —señaló advirtiendo—. Llegarán los buenos y acabarán con este villano.

La película continuó transcurriendo mientras Marinette escuchaba las palabras de su hija a medida que finalizaba un diseño para la empresa en donde trabajaba.

—¡Y entonces llega Chat Noir y salva el día!

Adrien apareció detrás del sofá para sorprender a sus hijos mientras Emma soltaba un pequeño grito causando el llanto de su hermanito por el susto que le generó.

—No bebé, yo no quise... —Hugo soltó su biberón mientras comenzaba a gritar con mayor desconsuelo y sus lágrimas inundaban sus mejillas.

—Buuua —gritó buscando con su mirada a la azabache mientras Adrien intentaba agarrarlo, pero este gritó con mayor intensidad.

—Bebé...

Marinette suspiró mientras se levantaba de su lugar para ir al rescate de su pequeño y sostenerlo en un reconfortante abrazo.

—¿Qué ha ocurrido mi bebé? —preguntó suavemente secando sus lágrimas con pequeños besos.

—Papá lo asustó.

—Sólo quería hacerlos reír...

—Pues has hecho llorar a uno —lo miró regañándolo mudamente—. Estaba finalizando su biberón.

—Además Chat Noir no es un personaje navideño —interrumpió Emma poniendo los brazos en jarra y frunciendo su ceño—. Él no podría salvar la Navidad.

Adrien dejó caer su boca en una perfecta O causando que su rostro luciera sumamente ofendida ante las palabras de su hija.

—Si algún parisino sufriera alguna akumatización puedo asegurarte de que sí lo haría.

—No oh —retrucó la pequeña rubia—. En todo caso Ladybug lograría liberarlo de su akuma y volver todo a la normalidad con el amuleto.

—Chat Noir podría destruirlo con un cataclismo.

—Ladybug tiene el traje rojo, es más navideño.

—Pero, pero... —relamió sus labios al verse desprovisto de palabras.

Marinette veía la escena divertida mientras continuaba meciendo a Hugo en sus brazos que se hallaba más tranquilo con su cabeza apoyada en el pecho de su mamá.

—Ladybug no podría trabajar sin Chat Noir —retrucó finalmente.

—Podría llamar a otros superhéroes.

—Nena, estás rompiendo mi corazón ¿lo sabes? —se inclinó para estar a la altura de su hija.

—Papá —suspiró audiblemente sosteniendo el rostro de este con sus pequeñas y tibias manos—. Eres un gato cool, pero tu traje no tiene nada de navideño y dudo mucho que quieras causar una gatastrofe con tu poder.

El rubio soltó una pequeña risa al escucharla hablar con sus términos. Aunque no podía hacer caso omiso a lo que su hija decía con respecto a que era un inútil superhéroe navideño.

—Entonces según tú debería hacer que mi traje luzca más navideño?

—Mamá podría diseñarlo —alzó su vista a esta que continuaba escuchándolos—. ¿O no mamá?

—Creo que algo podemos arreglar para él —fingió pensar colocando su mano libre debajo de su barbilla.

—¿Qué ideas tiene la princesa? —tomó asiento al lado de la pequeña para escucharla con suma atención.

Emma se sostuvo del respaldo del sofá para pararse al lado de su papá y comenzar a inspeccionarlo mientras sus labios se fruncían buscando una solución.

—Una corona opacaría tus orejas.

—No la necesito, ya soy un rey.

La azabache rio rodando los ojos, sabía que cuando estos dos se juntaban podían llegar a causar un gran desastre como una gran idea.

—¡Podríamos agregarle brillos en todo el cuerpo mami! —abrió sus ojos entusiasmada.

—No gracias, no quiero andar tomando varias duchas para quitar los brillos de mi cara.

—Tu antifaz podría ser rojo.

—Paso.

Emma bufó cansada de no encontrar una miauravillosa idea, quería mejorar el traje de su papá pero nada se le ocurría y ello le frustraba.

—Lo tengo —intervino la azabache dejando a Hugo en el regazo de Adrien para ser sostenido por este.

—Dejarme un bebé y una princesa poco contenta no es una gran idea —soltó divertido el ojiverde viendo cómo su amada comenzaba a rebuscar en su escritorio.

—Ja ja, muy gracioso —fue acercando sus pasos trayendo un ruidoso artefacto en sus manos—. Se me ocurría que podríamos reemplazar tu cascabel por dos pequeñas campanas.

Marinette había encontrado dos de estas que habían sufrido un pequeño accidente en la caja con decoraciones navideñas. Había dicho que las mandaría a arreglar pero entre tanto revuelo de diciembre no había concretado su tarea.

Bosquejó rápidamente sin entrar en detalles un diseño del traje de Chat Noir con dos campanas en lugar del cascabel.

—¿Qué les parece? —extendió el papel hacia ellos.

—Pues...

—Chat Muuuoir —soltó divertida Emma comenzando a retorcerse de la risa en el sofá provocando que Adrien la mirara con cierta ofensa que en realidad era una carcajada camuflada.

Hugo observó a su hermanita riendo fuertemente provocando que también comenzara a reír captando la atención de su papá.

—Genial, mis hijos burlándose de mí —movió la pierna en donde se encontraba su bebé para extender su risa—. He perdido toda autoridad.

—No es cierto —la chica apretó sus labios inútilmente para evitar unirse a las carcajadas—. Es muy creativo Chat Muuuoir —se burló repitiendo el mote que le había puesto su hija.

—Hey, ya no es gracioso —extendió uno de sus brazos para picar sus costillas lo cual provocó que Marinette continuara riendo al igual que sus pequeños.

Se quedó observando cada rostro feliz de los integrantes como si fuese un cuadro digno de contemplar constantemente. Se alegraba que pudiera hacerlos feliz aunque él fuera el centro del chiste

❊❊❊❊❊❊❊❊❊❊❊❊❊❊