¡Está listo! El set de Tortillaland se abre nuevamente ante la próxima temporada y tiene todo preparado para recibir a sus participantes. Desde los viejos hasta los nuevos actores y Auron ya tiene a los candidatos perfectos para acompañarlos...O eso...
Al final Auron decidió no reducir mucho sus escenas.
Sin embargo, hay que entender un poco el por qué.
Las grabaciones próximas a la inauguración de la pollería resultaron bastante bien, se dio el altercado durante el evento, el trato con Ibai, Perxxita y Ampeter con el nuevo negocio de drogas y la persecución a Juan al tener información importante sobre los imitadores.
Y solo tuvo que cortar la escena dos veces, pero no por alguno de ellos, sino por temas de producción. Por lo que se ahorraron mucho tiempo al momento de editar. También, fue porque en realidad eran tomas que Spreen quería aprovechar.
El pelinegro sabía que Juan no se esperaría que se atreviera a acercarse demasiado en frente de los otros tres chicos. Al menos se alejaba lo suficientemente rápido para que Auron no volviera a cortarlos.
Posteriormente, en el arco del engaño de Cris a Mayichi y el juicio todo resultó bien. Se adaptaron bastante bien y salieron tomas interesantes que podían utilizar a la perfección. Todo eso trajo consigo que cumplieran por fin con un plan de rodaje, cosa que no había sucedido con exactitud días antes.
Pero, fuera de todo, la razón principal de poder llegar con eso a tiempo, era porque la pareja estaba por llegar a su tercer aniversario, algo que pocas veces podían darse el lujo de celebrar debido a sus agendas u horarios disparejos. Es por eso que ninguno quería quedarse más tiempo en el set por esos pequeños "retrasos" que generaban al grabar.
Siendo un eufemismo al ser Spreen el causante de ello. Juan igual le reclamó por sus insinuaciones de mierda.
– Tres años juntos y sigues siendo pésimo coqueteando. –
– Mirá quien lo dice, si igual te sonrojás gafotas. –
– ¡Deja de llamarme así! – Porque Spreen escuchó ese apodo de Auron y nunca más lo soltó. – Si lo hago es porque alguien no respeta mi espacio personal. –
– No te escucho quejarte en las noches. –
Como si lo predijera, Juan volvía a sonrojarse. – Eres un- –
– Lo raro es que los demás no parecen darse cuenta o les da igual. – Lo interrumpió. – Mariana literalmente me preguntó ayer qué pasaba entre nosotros dos. –
– Eso es porque eres una mierda. – Respondió. – Obviamente soy mejor ligando que tú. –
Spreen sonrió, levantando una ceja. – ¿Es eso un reto lo que escucho? –
– No mames, no puedes volver todo una competencia. –
Pero el otro no se inmutó y solo se encogió de hombros. – No todos podemos ser buenos, si al final yo tuve que confesarme o íbamos a seguir tonteando otro año más. –
Golpe bajo.
– ¡Yo fui quien se confesó primero, tarado! –
– ¿Ah sí? No lo recuerdo. –
– Vas a ver, te voy a demostrar que soy mejor que tú que con tus tontos intentos de ligue. –
Juan trató, de verdad que lo hizo, en no caer en el mismo juego que siempre iniciaba su novio cuando les tocaba grabar juntos. Pero esta vez, había cruzado una línea personal y se iba a preparar.
De todos modos, Spreen aún no sabía la escena que seguía.
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