❧. XXXV. Para el futuro

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Pasaron un par de días, también muchas cosas empezaban a suceder dentro de la serie con diferentes personajes y, por supuesto, siendo el personaje de Spreen como era, en algún momento tenía que volver a ver a Juan. Mas no precisamente porque lo extrañara.

De entre todos los actores, esta vez le tocó a Focus.

– Esto no es una buena idea. – Murmuró el cuervo.

– Será una bonita sorpresa para el gafotas. –

Los dos se encontraban en medio de las escaleras y Focus le había escrito a Juan que bajase de una vez o Spreen haría una locura. Estaba sacando la arena de almas cuando el de lentes llegó.

– Spreen, hace tiempo que no- no, no ¡Suelta eso hijo de puta! –

– Capo no rompa, es un regalo. –

– ¡No quiero tu regalo! –

Focus solo se estaba riendo en el fondo dejando que Spreen hiciera de las suyas. – No hay huevos, Spreen. –

– ¡Focus te voy a partir tu puta madre! –

Pero eso no les importó.

– ¿En serio sales de la cárcel y esto es lo primero que vienes a hacer? –

– No es lo primero, pero sí lo más divertido. –

– ¿Qué te parece si vamos a Spreenfield, me renuevas la visa y ahí me das tu puto regalo? – preguntó el castaño, entre molesto y jugando. – ¡Yo también te dejé uno! –

– Bueno, lo veré luego, pero ahora... –

Estuvieron discutiendo un rato mientras Spreen trataba de sacar los materiales para invocar al wither y Juan se los quitaba. O eso fue hasta que el menor le tiró un par de cosas a Focus para que atrapara y luego sujetó las muñecas de Juan entre sus manos.

– Te atrapé gafotas. –

¡CORTE!

Y Spreen lo soltó.

– Realmente dejaría que siguieran discutiendo o lo que fuera eso. – Dijo Biyin. – Pero no quisiera que fueran tan obvios. –

– Literalmente estaba por darle un putaso. – Respondió Juan.

– Juan sigues sonrojado. –

– ¡Cállate Focus! –

Biyin sonrió, pero negó. – Volvamos a grabar y continuemos, que luego sigue la toma frente a la casa de Auron.

Siguiendo esas órdenes, repitiendo la escena hasta que llegó cierta parte.

– No, tu regalo es horrible, estás loco. – Dijo Juan y entonces, levantó un poco su capa. – Y este es tu hijo.

– ¿Eh? – Fue lo que dijeron Spreen y Focus.

No habían notado que la razón por la cual Juan tenía su capa amarrada sobre su espalda y casi cruzando su pecho era porque lo estaba usando como una mochilera para cargar a un bebé (de juguete). Ellos pensaban que esa toma entraba una vez llegaban al santuario.

– No, listo, para bromas. – Y Spreen volvió con la invocación.

– ¡NO, NO! ¡Espera! – Exclamó Juan. – Lo del hijo fue porque me lo dejaron en mi casa y no sé quien-

– ¿Me lo ibas a dejar a mí? –

– Pensé que era un buen momento de tratar de darte un hijo. –

Esta vez, Focus no pudo aguantar la carcajada. – Tratar de darte un hijo, dios Juan lo mal que sonó eso –

Spreen también bufó, pero terminó riendo.

¡CORTE!

Biyin lo observó, confundida. – Eso, sonó como una insinuación. –

– ¡Te lo juro no fue a propósito! ¡Me trabe! – Juan trató de defenderse, pero aquello era poco creíble.

– Al menos esta vez no fue mi culpa. – Se burló Spreen. – Por cierto ¿La escena del bebé no sucedía luego? –

– ¿No recibiste el nuevo guión? – Preguntó la rubia, pero el otro negó. Ella se acercó con el libreto en mano. – Mira aquí, Focus está detrás, entra lo del hijo y antes de que Juan volviera esto un omegaverce de golpe-

– ¡BIYIN! –

– ¿Un qué-... ? – Pero ella continuó.

– Tú sigues tratando de invocar el wither, pero al final van a campo abierto y luego a casa de Auron. –

– Dale. –

A pesar de la vergüenza del momento, decidieron continuar, pero uno siguió pensativo sobre lo sucedido.


~*~


De vuelta en su departamento, se estaban preparando para ir a dormir cuando Spreen decidió preguntarle.

– ¿Juan? –

– ¿Hmm? –

– Vos...¿has pensado en eso? –

Juan se dio la vuelta para mirarlo.

– Tendrás que ser más específico. –

– En eso, lo del hijo. – Confesó. – Ya sabés...adoptar y esas cosas. –

Por la impresión, Juan casi se sienta de golpe. Lo hablaron en algún momento, pero nunca de forma seria o para considerarlo ¿por qué de pronto...?

– Espera ¿eso es lo que te ha molestado desde que grabamos? –

– ¿Molestado? —

– Tu cara, parecías preocupado por algo y pensé que sería solo lo de, ya sabes. – Tarareó. – ¿Te incomodó que lo dijera? –

– No, creo. Fue extraño. –

– Solo fue espontáneo ¿Sabes? Como una tontería que tranquilamente podría decir mi personaje, pero en mi cabeza sonaba genial. – Los dos rieron. Juan se movió un poco más cerca al más alto para poder abrazarlo.

A pesar de la diferencia de altura, a Spreen solía gustarle ser la cuchara pequeña entre los de esas veces que dormían así.

– ¿A ti te gustaría ser padre? –

– ¿A vos sí? – Pero Juan se encogió de hombros.

– No sé, nunca lo pensé la verdad. –

– Yo nunca me vi como figura paterna. El único ejemplo que tuve no es el mejor. – Dijo.

– Hey, no somos nuestros padres, Spreen. Y tú eres diferente. –

– ¿Cómo? –

– Eres mejor. – Sonrió. – Ahora no creo que tengamos tiempo, pero podemos hablar de eso más adelante. –

– ¿Para el futuro? –

Juan tomó su mano. – Para el futuro. –


~*~

¡Corte! [AU - Spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora