❧ LII. Realidades

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– Dioses del todo ¿eh? –

Juan asintió, volviendo a repetir esa parte del episodio. Como era costumbre, todo el elenco recibía una previa del episodio antes de ser estrenado y, en ese momento, Spreen y Juan se encontraban mirando cómo salió aquel episodio. Especialmente Spreen, quien no pudo grabar esos días.

– Ya veo por qué no quisieron dar más información, esto es casi el final de tu personaje. –

– ¿Crees que es muy obvio? –

– Creo que la gente hará las suposiciones correctas. – Sonrió. – Extrañaré molestarte magito. –

– Yo no, oso de mierda. –

Ambos rieron, disfrutando de ese día tranquilo. Con la grabación del final tan cerca, también llegarían las entrevistas y la preparación para otros programas, si eso que Auron les contó era cierto.

– Por cierto...eso que dijiste ¿era cierto? –

– ¿Qué cosa? –

El castaño, quien estaba a su lado, apretó un poco su mano, era algo que quería preguntarle desde aquella noche en el set.

– En la escena del programa de talento, sobre tus padres... –

– Ah, eso. –

Un episodio que parecía tranquilo al inicio, pero que al final lanzó más de una revelación.

El programa de talento fue idea de Tanizen, algo en lo que Auron estuvo de acuerdo para aligerar las tensiones de los últimos episodios. Cada uno podría presentarse y mostrar una habilidad que tuvieran al natural, sin guión ni nada (o eso creería la mayoría) y divertirse.

Drako y Zorman presentaron una canción...interesante, que dejó sorprendido a varios y con un par de burlas de los demás.

Al igual que Ollie y Elisa por separado, recibiendo varios elogios por sus interpretaciones y composiciones, sobre todo de sus padres no oficiales, Juan y Spreen. Un show de magia, un par de chistes, una actuación y cuando todo parecía terminar, Drako volvió a subir al escenario. Mostró unas fotografías de su infancia, contó parte de su historia y cómo fue la muerte de sus padres provocada por el profeta, su padre de sangre.


La Verdad ¡Escena 3, Toma 4, Plano 5. Acción!

Drako se encontraba en frente del profeta, con todo el tumulto reunido alrededor, dentro de la capilla. Aquel que fue su fiel seguidor se mostraba enojado, con lo que fue su propio cetro en mano.

– Todo este tiempo lo supe, preferiste darme en adopción hasta que te fuera útil. Siempre desechando todo lo que consideraste inservible. –

– ¿Qué has dicho, pequeña escoria? –

– Solo tengo una cosa que decirte ¡Y es que renuncio! ¡Renuncio a ser tu mano derecha! Renuncio a dar la vida por ti y sobre todo a ser tu hijo. – Gritó, con una furia contenida mientras le arrojaba todo lo que alguna vez le entregó.

Los otros habitantes como Auron, Jacky, Ari y los demás le gritaban en señal de apoyo.

– Con que eso quieres. – Dijo el profeta, acercándose. – Eres un miserable. –

Y mientras se generaba aquel desorden, Juan empujó a varios para llegar hasta el frente junto a su padre.

– Es obvio que Drako está diciendo esto para jodernos. –

¡Corte! [AU - Spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora