❧. XLIVII. Digno

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Luego de varios episodios, finalmente volvían a tener una escena juntos.

Por ciertos rumores y cómo iba la situación, Juan se enteró que Spreen fue quien había robado el bastón. Cuando se encontraron cerca de los portales con Imantado y Marius, trató de negociar con él.

Negociación ¡Escena 3, toma 2, plano 1. Acción!

– ¿Qué quieres por el bastón? –

– Puedo revivir a mi gato ¿No? –

Juan se rió por lo bajo. – ¿Quieres que reviva a tu gato? –

– No, yo puedo revivir a mi gato. – Se acercó hasta llegar detrás del cartel y sacó el bastón. – Con esto. –

– Uhhh, se lo enseñó. – Dijo Imantado.

– De hecho, ayer hablé con mi papi y me dijo, con sus propias palabras, que no importa si tú o cualquiera lo tiene, no podrán usarlo si no son dignos. – Se cruzó de brazos. – Eso quiere decir que me necesitas a mí para traer a tu gato de vuelta y yo necesito eso que tienes en tu mano. –

El híbrido se quedó callado unos segundos y poco después se quitó los lentes para mirarlo de frente.

– ¿Y qué pasa si soy digno? –

– Ahora resulta que tú, que eras dueño de un local de pollos y que ya no tiene más que unas ruinas, eres digno. – Comentó. – ¿Por qué lo serías? –

– ¿En serio querés que lo diga? –

– ¿Qué te hace creer que eres digno de usar el bastón del profeta? –

– Quizás, que su hijo y yo cojem- –

¡CORTE!

Imantado y Marius se empezaron a reír a carcajadas, Auron tenía una expresión ilegible en su rostro, Spreen solo se limitó a sonreír mientras se ponía sus lentes de sol otra vez y Juan empezaba a gritarle, avergonzado.

– ¡Pendejo! ¡Un mes sin que grabemos juntos y sales con tus mamadas. – Vio que el más alto iba a responder y lo detuvo. – Si insinúas algo con lo que acabo de decir, dormirás en un hotel hoy. –

– Y bueno, te la debía y a Auron de paso. –

– Si no tuviéramos más de la mitad grabada, te despediría ahora mismo y diría que tu personaje murió. – Dijo el nombrado. – Un descanso de cinco minutos. –

Imantado se limpió una lágrima falsa mientras seguía riendo. – ¿Podemos añadir esto al especial de bloopers? Por favor. –

– Vete a la verga. – Dijo Juan.


Poco luego del descanso, continuaron.

Juan se encargaría de revivir a pelusa en su santuario. Sin embargo, siendo Spreen, no le devolvería el bastón ahí mismo y terminaría regresando hasta lo que alguna vez fue su hogar y ahora estaba destruido.

– ¡Spreen! ¡El bastón o el gato, tú escoges! – Exclamó Juan.

– ¿Eh? –

– El gato o el bastón. – Caminó hasta llegar frente a él. – Créeme si este lugar está como está no es porque seas muy agradable. Así que dame el bastón y no te metas en otro problema. –

– ¿Problemas contra quién? ¿Vos? –

– Ya tienes mucho con lo que lidiar, una ciudad que reconstruir y no querrás meterte conmigo o con el profeta ¿de acuerdo? –

Pero el oso no se mostró intimidado y solo sacó su espada para amenazarlo.

– ¡Re-Reviví a tu mascota! Me lo debes. – Dijo el de lentes, un poco nervioso. – Ya no solo es por el trato, me lo debes por honor. –

Y sí, tenía un punto válido al decir eso. Spreen suspiró.

– Bien, pero necesito algo más a cambio. –

– ¿Otra cosa? ¿Qué podrías- ? –

Juan no pudo terminar. Spreen se había acercado lo suficiente para tomarlo de la barbilla y alzar su rostro para que lo mirara a los ojos, llegando a estar lo bastante cerca para susurrar contra sus labios.

– ¿En serio no sabés lo que quiero? –

¡Corte!

– Che pero si fue una buena toma. –

– Con plot twist incluido. – Se burló Marius. – En serio, creí que lo empujaría al hoyo que estaba cerca de Juan. –

– Yo aposté por esto, Jackie me debe cincuenta dólares. – Dijo Imantado.

– Spreen, podrás besarlo todo lo que quieras en su casa, terminemos la toma de una vez. – Dijo Auron, resignado. – Y Juan deja de sonrojarte, se casan en dos meses hombre. –

– ¡Cállate Auron! –

El pelinegro solo se rió, estaba seguro que Juan lo regañaría volviendo a su departamento, pero realmente extrañaba molestarlo entre escenas. 


~*~

¡Corte! [AU - Spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora