❧. XXVII. Charla necesaria

3.6K 460 43
                                    


Lo difícil a veces era saber cómo empezar a disculparse.

En el tiempo que aún les quedaba de descanso, Spreen respiró profundo y fue hasta el camerino de su novio, él único lugar donde podría estar para que no lo molestaran. Sin embargo, cuando llegó a la puerta, tardó antes de decidir qué hacer.

– ¿Si vas a tocar o haremos una escena cliché donde yo abro la puerta? – Preguntaron detrás suyo.

Spreen, un poco sorprendido, volteó para encontrarse con Juan.

– Ya iba a tocar capo. –

– Claro, te vi desde que llegaste y los cinco minutos que registré dicen otra cosa. – Se burló, dejando que los dos entraran al pequeño espacio. – Eres un tarado. – Pero no solo se rió, sino que le dio un pequeño golpe en la frente chasqueando dos dedos.

– ¡Pará! ¿Y eso? –

– Porque creer que me hacías un favor al no decirme qué pasaba. –

El más alto suspiró. Bien, tenía un punto. – No quería molestarte. –

– Me molesta que siempre quieras llevar todo tú. – Mencionó. – Me apoyaste cuando tuve esos ataques de ansiedad al cambio de personajes y arriesgarme a nuevos papeles, así que déjame estar ahí en lo que sea que te esté preocupando. –

– ¿Incluso si no haya vuelta atrás? –

– Me resigné a eso cuando decidí proponerte matrimonio ¿No? –

– Eres un boludo. –

Spreen se agachó un poco para que pudieran acercar sus frentes. Algo que en secreto le gustaba mucho eran esos besos esquimales que Juan solía darle y a los cuales se había acostumbrado.

Así que le contó, no todo porque la historia y los problemas eran muy largos, pero al menos lo principal. Su padre y madrastra habían logrado contactarlo, queriendo una reunión para que pudieran "conversar", pero Spreen sabía muy bien que era solo para sacarle dinero. Cosa que ni se merecían cuando decidió independizarse a los quince.

– Al viejo solo le importaban dos cosas, el dinero y cuánto podría gastarse tomando. – Comentó. – Primero me gano la lotería antes de que me crea que le importo. –

– ¿Y tu madrastra? ¿Es la mujer que mandó las cartas? –

– No. Era mi madre. –

Que había desaparecido del mapa cuando él cumplió cinco años. La había visto un tiempo atrás y fue muy claro en no querer relacionarse ni con ella o cualquier otra persona que se llamara así mismos "familia".

– Han estado jodiendo con una reunión, cada uno por su lado, pero me corto la pija si tengo que hacer eso. –

Juan suspiró, ahí abrazados y recostados sobre el pequeño sofá, empezó a acariciar los ligeros rulos del pelinegro para poder relajarlo. Sabía que Spreen odiaba a sus padres, pero sabía cuánto. Y que ellos trataran de volver a su vida ahora que estaba mejor establecido, era entendible su molestia.

– Siempre puedes decirles que sí y los mandamos a la mierda. –

– Lo último que necesito es que también comiencen a molestarte. – Dijo. – Si lo descubren, con tal de conseguir guita, son capaces de filtrar todo. –

– No me importaría. – Confesó, ganándose una mirada confundida. – La gente podrá decir muchas cosas, pero siempre será así. Incluso si lo decimos o no. –

– ¿De verdad estarías bien con eso? –

– Soy yo quien debería decir eso, señor "no uso mis redes sociales a menos de que me obliguen". –

– ¡Porque me olvido loco! –

Rieron, disfrutando nuevamente de la cercanía del otro.

– Pero en serio, quiero acompañarte si los mandas a la verga, y si tratan de decir algo sobre nosotros podemos negarlo o confirmarlo de una vez. – Sonrió. – Además, ya era hora de mudarnos. –

– ¿Estás usando esto como una excusa para buscar un nuevo departamento? –

– Tal vez. –

Medio mentira, medio verdad, Spreen no pudo evitar reír otra vez y abrazarlo un poco más fuerte. Juan correspondió de inmediato. No podían estar mucho tiempo separados y aquello era solo un obstáculo de tantos que ya habían superado.

– Ahora, hablaremos más de esto al regresar para decidir qué haremos ¿De acuerdo? –

– Bueno, bueno. Está bien. –

– ¿Listo para volver al set? –

– ¿Y molestar al resto? Por supuesto que sí. –

Auron se preguntaría qué sucedió en las dos horas que dio de descanso como para que esos dos volvieran a ser los mismos de siempre. Cosa que agradecía, pero al mismo tiempo se resignaba, al menos podían seguir con el plan de grabación.

Si tenía que lidiar con otra pareja para Tortillaland 3...bueno, ya lo descubriría. Pero de algo estaba seguro, según como iba el rumbo de la serie, no serían ellos.

Quizás...


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La serie continuó y con eso, llegó también el anuncio de algo que venían preparando para esta temporada y testeando con el éxito de la primera parte, junto con lo que venía para la segunda. 

¡Corte! [AU - Spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora