¡Corte! [AU - Spruan]

❧ LIV. Padre e Hijos

Padre e hijo - Parte uno ¡Escena 2, Toma 3, plano 4. Acción!

El profeta y Drako estaban cara a cara, en el pueblo central y frente aquella estatua imponente. Juan se encontraba unos pasos detrás del mayor de los tres.

– Maldito engendro del mal, maldigo el día que naciste. – Decía el profeta, apuntando con su bastón a uno de sus hijos. –

– Aunque tenga miedo, esta es mi batalla. – Se defendió. – No permitiré que sufran en tus manos. –

– Papá yo creo que- –

– ¡Silencio, Juan! – Gritó. – Drako, eres un ingrato, déspota. –

– Juan... – Dijo Drako, mirando a los ojos de su hermano.

– Seré muy feliz deshaciéndome de la molestia que siempre fuiste. –

– ¡Papá! ¡No! –

–...tú puedes contra este mamahuevo. –

Y el profeta apuntó hacia arriba, como si disparara contra la estatua. Drako se agachó, haciendo el ademán de cubrirse. En el episodio final se vería como el concreto de aquella construcción le caía encima.

– ¡PAPÁ! ¡DETENTE! –

¡Corte! ¡Queda la toma!

– Nooo, se murió Drako. –

– Vuela alto Drako. –

– No estoy muerto idiotas, y quítenme esto. – Por órdenes de producción, le lanzaron como una capa de tela verde envuelta en un cubo de goma espuma para tener la referencia al momento de editar, o bien, para molestarlo.

Zorman fue el primero en acercarse a ayudarlo.

– Hiciste un buen trabajo. –

– No puedo creer que terminó, todos estos meses fueron muy divertidos. – Se lamentaba este.

– Quién sabe, quizás puedas regresar con otro personaje la siguiente temporada. –

Drako sonrió. – Igual, no será lo mismo sin mi "hermano" –

El científico solo tarareó en respuesta. – De nuevo, cualquier cosa podría pasar. – Drako lo miró, confundido, pero Zorman solo se encogió de hombros. No pudieron hablar más luego de eso.

Padre e hijo - Parte dos ¡Escena 1, toma 2, plano 3. Acción!

Juan acaba de presenciar la muerte de Drako, que si bien nunca terminaron por llevarse bien, no lo merecía. No podía concentrarse con todos los gritos del resto, por lo que lanzaría un hechizo para que pudiera separarse de ellos y solo estuvieran su padre y él.

– Te lo pedí una y otra vez, no más muertes. – Reclamó. – Y si vas a seguir matando gente inocente... –

Pero el profeta solo se rió, ignorando a su hijo. – ¿No se dan cuenta insensatos? Que cuanto más me atacaís, más débiles os sentís. –

La cámara cambia a un primer plano de Juan, mostrando su enojo y decepción ante la persona que estuvo defendiendo.

– ¡Basta! – Juan grita, captando su atención. – Te dije que había una manera de hacer que esto saliera bien, podíamos unir a los pueblos a nosotros de manera pacífica. Todo esto...todo esto... – Y su voz se quiebra ante la inminente realización de los hechos. – ¡Es todo tu culpa! ¡No es la de ellos o mía, es tuya! –

Se escucha un rayo en el fondo. Juan aprieta con fuerza su cetro, sus amigos siempre tuvieron razón en todo y no los escuchó.

– Juan, Juan. – Repite el profeta, acercándose a su hijo y poniendo una mano sobre su hombro. La melodía de fondo empieza a descender, volviéndose algo más oscuro. – Aún no eres consciente de lo que podemos hacer juntos. Imagina nuestro poder cuando podamos traer a tu madre de vuelta.

– ¿¡Có-Cómo!? – Exclama, con la confusión en su mirada. – ¿Cómo que mi madre? ¡Te dije que no quería más secretos! –

– Los tres juntos podemos dominar la tierra y eliminar a esta plaga. – El profeta apunta hacia donde están los demás reunidos. – Una plaga que no puede ser controlada.

– ¡No voy a dejar que destruyas mi universo o a mis amigos! –

– ¡Tus amigos! ¡Sigues siendo el mismo crédulo de siempre! – El mayor niega, volviéndose acercar a Juan, lo toma del brazo y con una voz dulce, pero agria dice: Te callarás y traerás a tu madre con nosotros. Así los tres podremos ser felices ¿Eso no te haría feliz, hijo? –

– ¡Eso es lo que tu quieres! Y no, no lo voy hacerlo. –

Retrocede unos pasos, la perspectiva cambia a tercera persona, teniéndolos a ambos en el encuadre. Juan apunta al cielo y, sin despegar la mirada del profeta, invoca a los dioses. Los relámpagos acompañan al ligero soundtrack de la escena.

"Te dije que lo mínimo que quería era una familia normal. Y ahora no tengo ni familia, ni santuario, ni a mis amigos y todo esto se acabó. Si este es el sacrificio que tengo que hacer, que así sea ¡Dioses del todo! ¡Estoy listo!"

– ¿¡Qué estás- !? –

Pero el profeta no podía moverse mientras los dos ascendían sobre el suelo. Unas cadenas invisibles parecían apresar al profeta, quien solo miraba con desespero hacia la tierra y a su hijo.

– Juan, tú no podrías... –

– ¡Se acabó! ¿¡No me escuchaste!? – Un campo de fuerza comienza a aparecer, encerrándolos a ambos y antes de que los cubriera por completo, Juan voltea para mirar a sus amigos, con una sonrisa triste en el rostro. – Amigos, se los juro, gastaré hasta el último esfuerzo de mi ser en darles la libertad que se merecen. –

– ¡Juan! – Se escucha de fondo.

Mientras que Juan apunta hacia quien llamó padre, negando por tanto tiempo a ver la verdad, diferentes escenas de todo lo que vivió en Tortillaland aparecen. Auron, Zorman, Tanizen, Ari, Zorman, Spreen...Con lágrimas en los ojos grita:

– ¡DIOSES DEL TODO! ¡GLORIOSUS PROPOSITUM! –

El brillo cubre toda la escena, dejando una pantalla en blanco que va desapareciendo hasta solo dejar a la vista el bastón y el gorro tan característico del hechicero.

Aparecería luego un corte, mostrando Dos días después y dando pase a un funeral dirigido por Zorman, con todos los habitantes presentes, y despidiendo una última vez a Juan Cubito, hechicero supremo, guardián de las realidades. Se muestra la escena post créditos entre una conversación entre Zorman y Juan.

Y al final, un cielo estrellado aparece en pantalla, donde una estrella roja, naranja y azul iluminan el firmamento, segundos después, una pequeña luz verde se une para acompañarlos.

De esa manera concluiría su historia y la Segunda Temporada de Tortillaland.

~*~

Ptm estoy llorando de nuevo.