Hoy era una tarde muy apagada, veía a través de las ventanas del automóvil la lluvia que caía con gran fuerza.
Solo habian pasado algunas horas desde que mi vida habia cambiado por completo. Todo esto era difícil de creer, era un sueño para mi.
Estaríamos a tan solo algunos metros para ver a todo el equipo, después de 4 años sin contactar con ellos, era algo obvio lo nerviosa que me sentía.
Después de tanto tiempo esperando en el carro, Nat se bajo del automóvil, acción que yo también copie. No pude disimular mi mirada en ningún momento.
El lugar donde había vivido por más de 11 años estaba enfrente de mi, la plantación 3 de Grace Field. La base oficial de Norman.
Desde la arquitectura como los alrededores estaban en perfecto estado, solía ser como yo lo recordaba antes. Estaba sin palabras.
Nat y yo decidimos avanzar, en la entrada nos esperaban dos personas que amablemente nos escoltarian a la oficina de Norman.
Mientras más nos adentrabamos al lugar más recuerdos venían a mi cabeza. Talvez alguna que otra cosa había cambiado dentro del lugar, pero los recuerdos aún seguían ahí.
Tan solo de estar en el orfanato sentía que mis ojos se hacían más acuosos y una vibra de melancolia me rodeaba. Sería algo difícil controlarse. Pero haría todo lo posible para terminar con esto.
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-—Con su permiso.—Una persona del servicio se acerco hacia nosotros.— Pero tendremos que vendarles los ojos. Si es que quieren ver al señor Minerva.—Comentó.
—¿Es eso necesario?.—Pregunto Nat algo fastidiado.
—Si Jovén, es parte del protocolo para poder ver al Señor.—Contesto el señor de servicio.—No deben porque preocuparse, no les haremos daño, solo es por precaución hacia la integridad del jefe.
Nat y yo nos miramos por algunos minutos, no había otra alternativa, veníamos como "invitados" a uno de los lugares más importantes para cualquier aldea humana. Así que aceptamos dudosos, nuestros ojos después de poco tiempo comenzaron a ser vendados.
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-Llevábamos demasiado tiempo caminando con los ojos vendados, lo cuál me dio la idea de que nos estaban dando vueltas para confundirme a mi y a Nat.
Una acción que alguien lo tomarían como una ofensa pero también un plan muy inteligente. Después de poco tiempo estaba completamente desorientada.
Subíamos y bajamos escaleras, caminábamos de derecha a izquierda, y dábamos vueltas, lo cual me pareció que ya no estábamos en el edificio cómo tal, si no que nos habían transportado a un cuarto subterráneo.
La espera había finalizado, las vendas de nuestros ojos fueron retiradas. Una de las personas de servicio nos llevó hasta una puerta, que con mucho cuidado y delicadeza tocó.
Fueron algunos segundos de espera hasta que finalmente la puerta fue abierta.Mi corazón se detuvo por algunos segundos, no podia creer lo que estaba mirando, a quien tenía enfrente de mi.
—Buenas tardes chicos.—Comentó aquel chico de test pálida.
—Buenas tardes Oliver.—Respondió Nat seca pero cordialmente. Con aquel orgullo que siempre estaba de su lado.
No podía mentirle a nadie, verlo después de tanto tiempo... Verlo después de tanto hizo que mi corazón se rompiera en pequeños pedazos.
No pude responder a su saludo, estaba congelada, mi corazón no paraba de latir. Si reaccionaba así con solo verlo a él, no imaginaba como me sentiría viendo a los demás.
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El Mundo del Neverland | The Promised Neverland
FanfictionDespués de una gran pelea entre los jóvenes de Grace Field, Emma se entera que su nombre está escrito en el gran libro sagrado de los demonios, queriendo saber más del tema y tratando de encontrar más explicaciones, se adentra con sus compañeros al...