El Mundo del Neverland | The Promised Neverland

Capitulo 3.6 Look who's inside again

—¿Ya están listos?.—Preguntó el señor Robert mientras ofrecía su ayuda a otros chicos.

El día ya había llegado, todos los chicos y yo nos encontrábamos en la sala principal desde muy temprano.

Mientras que otros preparaban sus mochilas con cosas útiles y necesarias. Otros solo preparábamos nuestros trajes especiales para el plan.

Ya estábamos preparados tanto física como mentalmente. Habían sido unas tres largas semanas de lucha y entrenamiento ofrecido por Oliver y el señor Robert.

Estábamos exhaustos, pero realmente emocionados para comenzar una nueva aventura.

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—¿Todo listo?.—Formuló Oliver mientras bajaba hacia el sótano de la casa.

—Si, en eso estamos.—Respondió Gillian para seguir ajustándole el uniforme a Violet, quien se mantenía firme y estática en su lugar para no ser picada por las agujas.

La peli morada había sido la primera en probarse los uniformes. Y aunque aún teníamos toda la mañana por delante. Oliver no dudaba en apurarnos.

—Oye Emma.—Violet llamo mi atención.—Si los demonios llegan a salirse de control. ¿Crees que el traje pueda rescatarme?.

—No seas exagerada.—La rubia regaño.—Les daremos a Emma como sacrificio.—Ambas comenzaron a reír. Yo solo suspiré ante su respuesta, y solté una pequeña risa nasal.

—Claro, como si fueran a comernos.—Emití mientras ajustaba mis botas.

—¿Aún no hay algún reporte de Nat?.—Oliver se acercó hacia nosotras. Tomando un lugar al lado de mí.

—No, aún no.

—Entonces todo va como lo planeamos.—Respondió Gillian ante mi negación.—Ningún líder enterado, eso está bien.

—Si, porque tú no llevaras la culpa, sino Emma.—Oliver dijo entre dientes, nuestras tres miradas se posaron en él.

—¿Disculpa?.—Violet formuló algo incrédula. Gillian solo soltó una gran carcajada.

—No quise decir eso...—Emitió el albino algo enfático.

—Pues, era sarcasmo.—Respondí pulcra, mientras lo miraba.—¿No?.—Este solo asintió.

—Está listo, Violet.—Afirmó Gillian mientras le daba pequeños golpes a la pierna de la peli morada, en un gesto para que pudiera moverse al fin.

—¿Y creen que realmente los demonios nos acepten en su aldea?, ¿no es arriesgado?.—Oliver volvió a mirarnos.

—¿Tienes miedo?.—Gillian rio mientras me ajustaba el uniforme.

—No, pero. Está cerca de la base, ¿qué tal si Norman nos atrapa mientras caminamos por la zona?.

—Nat ya se encargó de eso.—Le sonreí.

—¿Cómo?.—Entonó con confusión.

—Nat los convenció en irse para su base inicial.

—¿Mi base?.

—No es tu base, es la base uno.—Respondió Violet algo pomposo.

—Oh, basta, es de ambos la base.—Exclamó Gillian algo cansada.

—El punto es.—Interrumpí.—Ya que los chicos están lejos de nuestra zona inicial. No podrán vernos en ningún momento, eso significa que podremos salvarnos.

—Vaya. ¿Así tan fácil?.—Yo asentí a la pregunta del albino.—Bien, ¿entonces que estamos esperando?.

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