El Mundo del Neverland | The Promised Neverland

Capitulo 4.1 Bad Time

—Otra vez.—Repitió Isamu mientras algunos chicos solo corrían alrededor de la aldea.

Ya se había cumplido la primera semana del plan y nuestro resguardo en la aldea por fin había terminado.

Después de haber sido complementados con más información vital para el plan, ya teníamos el permiso de la señora Ichijyō para visitar los campos de experimentación.

—Ya no puedo.—Respondió Gillian algo exhausta. Casi cayendo al piso.

—Es igual que huir de demonios salvajes chicos.—Comenté algo burlona mientras tomaba asiento en el suelo.

—Si, pero eso es con mucha adrenalina.—Violet exclamo alto.

—Isamu puede perseguirlos si quieren.

—Creo que seguiremos corriendo.—Afirmó Gillian, sacándole otra vuelta a la aldea.

El entrenamiento era esencial para este plan, no sabíamos a qué tipo de criatura mutada nos encontraríamos en algunos laboratorios. Así que correr era necesario.

—Les irá bien un descanso.—La voz de Oliver se hizo presente en el lugar.—Trajimos bocadillos.

—¿No creen que son muy pequeños?.—Isamu formulo mientras se acercaba, Oliver y Zack dieron unos pequeños pasos hacia atrás.

—Bueno, para la raza humana son muy grandes y útiles.—Zack sonrió mientras tomaba uno de estos y lo metía en su boca.

—¿Partirán mañana?.—El demonio tomó asiento a un lado de mí, yo solo asentí.—Eso es bueno, pensé que se irían hoy.

—Si, pero.—Lo miré.—Zack dijo que estaríamos más activos si descansábamos por un día y al otro partir.

—Entonces...—Isamu vio a Gillian y a Violet, quienes seguían corriendo.

—Quieren motivarse y prepararse.—Le sonreí, esto solo asintió.

—Así que mañana partimos.—Exclamó Oliver algo cansado mientras recostaba su cabeza en el regazo de Zack.—¿En la media noche?.

—No, en la mañana.—Lo miré.

—¿Quieres asesinarnos?.—Menciono algo molesto, dejándose poner algunos parches por el moreno.

—Eso fue idea de Zack.—Bufé algo graciosa.—Reclamale a él.

—¿Es enserió amigo?.—El albino lo miro.

—Es lo recomendable. Y todos nosotros ya estamos acostumbrados a hacerlo, es nuestra rutina.—Zack se argumentó.

—Claro, segundo Norman.—Frunció el ceño.

—Entonces... ¿Tienen ya todo listo?.—El gran demonio nos miró, yo solo asentí.

—Ya tenemos las...—Armas y equipamientos básicos listos.—Susurré bajo.—Todo listo.

—Ah. Eso está bien.

—Y dime, Isamu.—Oliver nombro al demonio algo calmado.

—Es Isamu.

—Isamu...—El albino lo miro.—¿Qué edad tienes?. No te ves como los otros de aquí.

—No lo sé, ¿119?.

—¡¿119?!.—Formule sorprendida. Todos nos quedamos congelados.

—Estás joven.—Afirmó Zack.

—¿Y ustedes, cuantos años tienen?.

—Yo y él 25.—Oliver se mencionó a él y al moreno.—Y Emma tiene 19.

—Pues casi igual.—Me burle.