Cαρı́tᥙᥣo 5

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Guardó lo último en la bolsa de enfrente de la maleta, estaba listo para irse.
Llevaba a James en una cangurera en la parte de enfrente pues no podía cargarlo y al mismo tiempo alzar todo debido a que el pequeño no había parado de llorar hasta que lo cargó, aun así tuvo que utilizar magia para un par de cosas más.

-Estamos listos mi amor- Le dijo a su pequeño dándole un beso en la cabeza, ambos estaban abrigados y listos para irse, el verano estaba terminando y el aire solía ser frío por la tarde.

Era claro su destino, pero necesitaba pronto un lugar para vivir él y su hijo. Fue a la recepción a entregar las llaves, ya había mandado pedir un taxi, un empleado del hotel le ayudó a subir, le dio propina y subió al taxi. Media hora después estaba frente a una casa muy bonita y hogareña, afuera de esta una persona familiar para él lo estaba esperando.

-Compañero- Dijo Ron acercándose al taxi para recibir las maletas.

-Hola- Le sonrió mejor que el primer día que lo había visto luego de lo que pasó.

-Pequeño- Saludo a James y este le sonrió.

Ron recibió las maletas, pagó el taxi, y dieron marcha a la casa.

-Es muy bonita la casa de tus suegros- Comentó Harry.

-Sí, lo malo que el señor me odia- Dijo y ambos rieron.

Al entrar fueron recibidos por la menor de la familia Granger.

-Qué alegría verlos- Dijo ella mientras le abrazaba con cuidado y a James.

-Gracias- Él sonrió.

-Me da gusto verte mejor- La chica sonrió comprensiva mientras se apartaba de ambos.

-Lo estoy, no al cien por ciento pero al menos tengo ganas de seguir adelante- Harry sonrió de nuevo.

-¡Qué bueno que llegaron!- Dijo la madre de su mejor amiga, Harry había convivido un par de veces con ella y siempre era muy amable.

-Gracias por recibirnos señora Granger- Harry le estrechó la mano con cariño.

-No hay de que hijo, siempre son bienvenidos- Sonrió y enseguida el padre de la chica se presentó y saludo igual de cordial.

Les invitaron cenar y aceptaron, mientras más demorara en ir al mundo mágico mejor, no quería pensar en alguna posibilidad de que su ex los encontrara, al cabo de haber degustado las pechugas de pollo rellenas de Jamón con queso en salsa de tomate junto a una pasta deliciosa decidieron irse, Harry iba alimentar a James y la madre de Hermione le pidió muy amable si podía hacerlo ella a lo que aceptó, fue entonces que les dio un par de indirectas a su yerno e hija dándoles prácticamente luz verde a tener hijos, ocasionando que Ron se ahogara con el agua y Hermione enrojeciera con intensidad, el padre de la chica alegó ser muy pronto para pensar en eso, Harry sólo reía internamente, aquella situación le hacía olvidar un poco sus problemas y se sintió mejor.

Fueron al patio trasero de la casa donde el Trío de oro más un pequeño bebé se aparecieron frente a la madriguera. Harry se sintió no listo para entrar en cuanto los recuerdos de la noche en que huyó regresaron a su mente.

-Tranquilo Harry, todo estará bien- Alentó Hermione, siempre solía creerle o pensar que estaba todo bien pero esta vez no sería así.

Harry debía enfrentar aquello, pero era demasiado pronto, todavía le dolía, era una realidad que estaba mejor pero no al cien. No supo en qué momento las lágrimas comenzaron a escurrir por sus mejillas, sus amigos no sabían que decir, únicamente pasaron uno de sus brazos por la espalda del chico de corazón deseaban que estuviese bien.

Amor Infinito || Drarry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora