Cαρı́tᥙᥣo 6

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-Tío Draco, ¿Sabes por qué no ha venido mi padrino a verme?- Preguntó el pequeño de cabello azul.

Él rubio no esperaba esa pregunta, aunque en el fondo no le sorprendió pues Potter iba a ver a su ahijado en cada oportunidad que tenía, regularmente eran los fines de semana, pero los últimos meses el pequeño Teddy había sido quien visitaba al azabache y a quién él mismo le había hecho saber que era su hermanito menor desde que nació. Él entendió que necesitaba reposo y cuidados así que iba de visita cada que su abuela podía llevarlo.

Draco siempre evitaba estar en el mismo lugar que él, no podía verle sin sentir dolor, así que por su bienestar decidió apartarse cada que iba cuando él estaba ahí, en ocasiones el verse era inevitable por lo que compartían un saludo cordial y nada más, nunca hablaban ni estaban en el mismo espacio por mucho tiempo.

Claramente no le iba a soltar que estaba pasando por un mal momento en su vida amorosa y que probablemente haya dejado a Diggory, eso era cosa de Potter en dado caso que quisiera contarle, durante el último mes había tratado de no pensar en él como solía hacerlo, sólo se lastimaba y seguía los consejos de sus amigos, seguir con su vida y pronto estaría concentrado en su futuro.

-No lo sé...- Respondió al fin.

-¿Crees que este bien?- El pequeño era muy listo y sabía cuándo algo no andaba del todo bien.

-Seguramente, puedes escribirle si quieres- Dijo Draco.

-¿Enserio?- Draco asintió. -¡Eso sería estupendo! ¿Me ayudarías?- Preguntó el pequeño lleno de entusiasmo.

-Seguro, pero mañana ahora duerme que ya es tarde, buenas noches- Dijo el rubio besando La frente de Teddy.

-Gracias tío, buenas noches- El pequeño le abrazo antes de acomodarse en la cama y ser arropado.

Draco apagó la luz del cuarto y dejó prendida su lámpara de noche pues eso le daba tranquilidad al pequeño a la hora de dormir.

Decidió no pensar más en Potter y concentrarse en lo que era importante, se fue a dormir enseguida, pues debía ir al ministerio a ver cuál sería su última misión, aquella que le devolvería su dinero y podría continuar con sus metas en su totalidad. 

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-No voy aceptar- Dijo Harry sin pensarlo, no iba a dejar a su hijo y las responsabilidades que tenía.

-Harry tienes que hacerlo, ha pasado un mes entre el papeleo de la venta de la casa y tú divorcio, necesitas centrarte en algo- Hermione estaba tratando de convencerlo pero no estaba dando resultados.

-Lo sé pero ¿Con quién voy a dejar a James? No pienso abandonarlo o dejar la responsabilidad en alguien más, ustedes me han ayudado mucho y no quiero depender de ello- Entendían a Harry pero también querían que comenzara a seguir su vida.

-Lo sabemos, mira ahora son pruebas y vas a tener sólo un grupo pequeño de niños a quienes entrenar, puedes dejarlo con mamá o Ginny- Dijo Ron pero no dio resultado.

-Adoro a Molly pero no quiero dejarle mi responsabilidad como padre ahora que mi hijo más me necesita, tiene cinco meses y tampoco voy a molestar a Ginny, ha hecho suficiente por nosotros, además pronto irá a pruebas de Quidditch para entrar a un equipo, si la aceptan ya no cuento con ella...- Dijo el azabache mirando a su pequeño en la cuna.

Harry junto a su pequeño se habían cambiado de casa recientemente, en cuanto recibió el dinero compró una casa quizá hasta más bonita que la anterior, tenía un jardín en la parte de atrás con juegos para James y Teddy, tres recamaras, una sala, comedor y cocina amplia, así como un baño en cada habitación y otro de invitados. Vivían cerca de Londres, ya que le gustaba ir al mundo muggle para pasear con su hijo sin temor a que Cedric los fuese a buscar.

Amor Infinito || Drarry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora