Cᥲρίtᥙᥣo 9

6.1K 533 34
                                    

Tenía todo listo para irse, James había sido bañado, cambiado y alimentado, era momento de su siesta pero a veces le costaba que durmiera y debía jugar un poco con él para que se cansara y le diera sueño, como era el caso. Seguramente Draco no tardaría mucho en aparecer.

Las llamas de la chimenea sonaron avisando la llegada de la persona que esperaba, por alguna extraña razón sintió su corazón latir con fuerza, nunca pensó que Draco Malfoy fuese a ponerlo así de nervioso, seguramente era por que imponía bastante y él era mucho más relajado, claro tenía que ser eso.

Fue rápidamente a recibir a su visita con el pequeño en brazos.

-Hola- Harry saludó primero.

-Hola, perdón si vengo algo temprano supuse querrías irte pronto y no llegar tarde- Explicó mientras jugaba con los dedos de sus manos, señal de que estaba igual o más nervioso que Harry.

-No hay problema, en realidad si quería llegar temprano- Dijo Harry en tono tranquilo, no quería otra pelea como la del día anterior.

-Bueno, entonces... ¿Ya te vas?- Draco cerró los ojos en señal de haberse dado cuenta de que metió la pata. -No quiero correrte pero... Lo siento, tal vez sea mejor que me vaya...- Estaba dispuesto a irse pero Harry le detuvo.

-No te vayas... es verdad que es hora de irme, quiero llegar antes, aparte de que vienes ayudarme con mi pequeño lo haces conmigo así que gracias- Para sorpresa de Draco, Harry estaba tranquilo y no dejó la sonrisa en ningún momento.

-De acuerdo, entonces...- Se acercó a él para poder tomar a James en brazos, aquella era la primera vez que lo cargaba a pesar de haberlo visto un par de veces desde que nació. 

-James ya está cambiado y comió hace un rato, es la hora de su siesta pero no parece tener mucho sueño, espero no tengas problema con él- Explicó Harry.

-No creo que sea muy diferente a Teddy pero no te preocupes, ya sabre conocerlo- Dijo mientras observaba al pequeño que mostraba estar tranquilo.

-No sé cuánto me tarde, según me dijeron es cerca de una hora el entrenamiento- Explicó Harry. 

-No hay problema, no me moveré de aquí hasta que regreses- Aseguró dándole una mirada llena de confianza y tranquilidad.

Él azabache asintió acercándose a él para darle un beso a James en la mejilla, el pequeño sonrió ante el gesto.

-Nos vemos al rato mi amor- Acarició con cariño el pelo castaño de su hijo que a diferencia suya el bebé lo tenía  ordenado y brilloso.

-Suerte en tu primer día, lo vas a necesitar...- Dijo y Harry tuvo que pellizcarse para estar seguro de que estaba viviendo aquella vida dónde Draco estaba siendo amable y hasta precavido con él y su bebé o de lo contrario no estaría ahí pese a las  circunstancias.

-Gracias...- Dijo un poco aturdido. 

Harry nunca había pasado por la etapa en la que alguien fuera de quienes consideraba su familia le deseara lo mejor. Él hubiese querido que Cedric alguna vez fuera atento con él, pero nunca pasó, y era extraño que en ese momento se sintiera así, pero no podía evitarlo, aún amaba al padre de su hijo y sería hipócrita decir que no, pero ya era momento de no pensar en eso, iba a continuar con su vida aun así si le costase.

-Nos vemos más tarde- Dijo a modo de despedida y se adentró a la chimenea.

Draco se percató que Harry llevaba el uniforme de entrenador puesto, era un pantalón holgado azul fuerte, una sudadera gris y tenis negros. Realmente era un hombre atractivo, nunca dejó de serlo, a menos no para él. 

Amor Infinito || Drarry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora