𝑢𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 - 𝑑.𝑚 EN EDICION

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Narrador Omnisciente;

Hermione y Catherine estaban sentadas en las gradas, observando la práctica de Quidditch de Hufflepuff. Ambas miraban con interés a Cedric Diggory, que dirigía a su equipo con autoridad. Cada tanto, Cedric lanzaba una rápida mirada hacia Catherine, y Hermione no tardó en darse cuenta.

—¿Qué hacemos, Cedric? —preguntó uno de los jugadores.

—Intercambien puestos, así los de Slytherin no nos verán venir. Vamos por detrás. —Cedric, siempre calmado, respondía mientras echaba un vistazo hacia las gradas.

—Dios santo, Cath. Haz algo —le susurró Hermione, sin poder contener una sonrisa.

—¿Qué quieres que haga? —preguntó Catherine, claramente desconcertada.

—No sé, guíñale un ojo o algo —Hermione alzó los hombros, divertida.

Catherine frunció el ceño, mostrando su típico desdén. —Ay no, qué horror. No estoy para esas cosas.

Justo en ese momento, Cedric bajó de su escoba y se dirigió hacia ellas con una sonrisa.

—¿Cath? —gritó desde el campo—. ¿Ahora alientas a Hufflepuff? —bromeó, una ligera risa escapándosele.

Catherine negó con la cabeza, sintiendo una mezcla de sorpresa y nerviosismo que no era común en ella.

—Si quieres, nos vamos —le dijo, intentando recuperar su calma.

—No, está bien así —sonrió Cedric, antes de volver su atención al campo.

Hermione observaba la escena con una mezcla de entusiasmo y picardía, mientras los jugadores de Slytherin comenzaban a ocupar el campo.

—Creo que igual tendremos que irnos todos —dijo Hermione, señalando hacia los slytherins.

—Mierda —maldijo Cedric, al tiempo que avanzaba hacia Marcus Flint, quien encabezaba a su equipo.

—Diggory, saca a tu equipo de aquí. Nos toca práctica —Flint hablaba con su típico aire de superioridad.

—¿Quién lo dice? —preguntó Cedric, sin intención de ceder fácilmente.

—Snape —intervino Malfoy, que llevaba su uniforme puesto y su mano aún vendada por el incidente con el hipogrifo, observando a Cedric con una expresión de desprecio.

Finalmente, Cedric suspiró y se rindió. —De acuerdo, tienen la cancha.

Regresó hacia las gradas, visiblemente irritado, y Hermione decidió retirarse, dejando a Cedric y Catherine solos. Cedric se sentó junto a ella y bufó, mirando cómo su equipo se retiraba.

—Son unos idiotas. —comentó Cedric, con una sonrisa torcida, mientras Catherine asentía en silencio.

Lo que ninguno de ellos notaba del todo era que Draco Malfoy no les quitaba los ojos de encima, fingiendo escuchar a Flint mientras su mirada volvía una y otra vez hacia Catherine y Diggory.

—Malfoy nos está observando —dijo Cedric, ignorando la atención que recibían.

—Déjalo, el mismo se está distrayendo. Mejor para ti en el partido —respondió Catherine, encogiéndose de hombros.

—Entonces hagamos que se distraiga más —dijo Cedric, tomando la mano de Catherine con una confianza que la hizo sonrojar ligeramente.

Desde el campo, Draco hizo su típica cara de asco, frunciendo la nariz. Ver a Cedric tomando la mano de Catherine lo llenaba de disgusto y hasta un poco de celos. Pero rápidamente aparto la mirada cuando se dió cuenta que ella lo vio observándolos.

[...]

Horas después, en el dormitorio de las chicas, Catherine relataba lo sucedido a Hermione mientras saltaba en la cama, imitando la voz de Cedric de forma exagerada.

—Y luego tomó mi mano y dijo: "Hagamos que se distraiga" —dijo Catherine, cambiando su tono de voz a uno más profundo, lo que provocó una risa en Hermione.

—¿¡De verdad?! Cath, si contaras esto, todo Hogwarts te envidiaría —exclamó Hermione, aún incrédula, sentada en la punta de la cama.

—No lo haré. Cedric y yo solo nos estamos conociendo. No tiene sentido armar un escándalo —Catherine se recostó en su cama de un salto, mirando el techo.

—No, claro que no —rió Hermione, retomando su libro. Pero entonces, levantó la vista y dijo: —Aunque creo que si Harry se entera, no será muy bueno.

Catherine frunció el ceño, sentándose de golpe. —¿Harry? ¿Qué tiene que ver Harry?

—Catherine, ¿de verdad no te das cuenta? —Hermione rió ligeramente—. Le gustas, Cath. Es demasiado obvio.

Catherine negó con la cabeza, completamente desconcertada. —¿A Harry? No, estás loca.

Hermione dejó su libro a un lado y la miró con seriedad. —Ron me lo dijo. Leyó algo en su diario.

Catherine frunció el ceño. —¿Tiene un diario? —preguntó incrédula, casi riéndose.

—Sí, pero eso no es lo importante. Lo importante es que deberías tenerlo en cuenta —respondió Hermione.

Catherine suspiró, pero no dijo nada más.

Al día siguiente, Catherine se dirigía sola al Gran Comedor, disfrutando de un momento de soledad mientras Hermione estudiaba en la biblioteca. Al llegar, se sentó frente a los gemelos Weasley, quienes la recibieron con sus habituales sonrisas traviesas.

—¿Cómo estás, Cathy? —preguntó Fred.

—Bien —respondió ella, aunque su tono no era del todo convincente, su mente solo pensaba en Harry. Y en cómo podría perder su amistad.

George la miró con una ceja levantada. —No estás bien. Algo te pasa.

—No chicos, estoy bien —sonrió, pero su sonrisa era claramente forzada.

Justo entonces, Cedric entró al Gran Comedor y, al verla, le dedicó una sonrisa. Catherine le devolvió una sonrisa tímida antes de volverse hacia su mesa.

—¿Qué tienes con Diggory? —preguntó Fred, ahora más serio.

—Nada. Solo nos estamos conociendo —respondió Catherine, incómoda bajo la atenta mirada de los gemelos.

Sin que ellos lo supieran, Draco observaba desde la mesa de Slytherin, incapaz de apartar la vista. Analizándoles cada movimiento y expresión.

—¿Crees que Laurent esté con Cedric? —preguntó Pansy Parkinson, mirando a Draco mientras mordía una tostada.

—No, claro que no. Diggory no está a su altura —respondió Draco sin pensarlo demasiado, con la mirada pegada a Catherine.

Los demás slytherins lo miraron, extrañados por su respuesta.

—Quiero decir, Laurent no está al nivel de Diggory —se corrigió rápidamente, mirando a su plato.

Pansy asintió. —Claro, Diggory debe estar jugando con ella. ¿Para qué estaría con la amiguita de Potter?

—Qué asco —gruñó Goyle, metiendo más comida en su boca.

Draco no dijo nada, pero en su interior, algo le hervía. Observó a Catherine, ignorando a Pansy y a los demás. Quería dejar de mirarla, dejar de sentir lo que sentía, pero no podía apartar los ojos de ella.

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29/12/22