VIII

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Narrador Omnisciente;

Harry y Ron estaban sentados en la orilla del lago negro, casi congelado por la nevada de la mañana. El viento cortante les hacía fruncir el ceño, y ambos chicos estaban cruzados de piernas. Simplemente hablando.

—¿Qué hacen ustedes aquí? —preguntó Ron con seriedad al ver a Catherine y Hermione acercarse sin previo aviso.

—Era para saber si iríamos a Hogsmeade hoy —respondió Catherine, cruzando los brazos y tratando de ocultar su frustración por la interrupción.

—¿Cuándo? —interrogó Ron, un poco menos serio ahora.

—Hoy, a eso de las cinco, antes de herbología —explicó Hermione con una sonrisa, acomodándose el cabello detrás de la oreja.

—De acuerdo, por mi bien —respondió Harry, más entusiasmado que Ron.

—¡Bien! Yo también... —Ron suspiró, levantándose con esfuerzo del suelo—. Pero me iré a cambiar, hace frío y mamá me manda de vuelta a casa si se entera de que salgo sin el suéter.

—Ron, tienes razón, ya volvemos —respondió Harry, levantándose y siguiendo a su amigo hacia el castillo.

—Yo también voy a buscar un abrigo. ¿Vienes? —preguntó Hermione, mirando a Catherine.

—Después los alcanzo —respondió Catherine, quedándose sentada y mirando el lago. Hermione asintió antes de seguir a Ron hacia el interior del castillo.

Catherine se acomodó bajo un árbol, observando el lago congelado con una mezcla de nostalgia y melancolía. La frialdad del aire le calaba los huesos, y un escalofrío recorría su cuerpo al recordar momentos pasados que prefería olvidar, pero que el lago, inmutable y frío, parecía evocar sin piedad.

De repente, un estruendo la sacó de su ensimismamiento. Crabbe y Goyle, como siempre, se comportaban como los matones torpes que eran, lanzando piedras al lago. Catherine bufó, molesta por la interrupción de su momento de paz.

"Draco Malfoy y sus miserables sirvientes," pensó, observando cómo se movían torpemente. Pero intentó concentrarse en el lago, ignorándolos.

En un instante, Crabbe vio a Catherine y codeó ligeramente a Draco, quien se giró con una sonrisa que era todo menos inocente. Sabía que estaba a punto de hacer algo que le haría reír.

—Goyle, pásame una piedra —dijo Draco con voz baja y burlona, su mirada fija en Catherine.

Malfoy se agachó, tomó una piedra del suelo y se la pasó a Goyle con una sutileza que delataba su intención.

Con un movimiento rápido, Goyle arrojó la piedra y los tres se escondieron detrás de un árbol, mirándola. En un instante, el sonido de un golpe resonó cuando la piedra impactó en la cien de Catherine, quien se asustó.

—¡Goyle! —gritó Draco, riendo a carcajadas—. ¡Eso fue perfecto!

Catherine, aturdida, se llevó la mano a esa zona, donde sentía un ardor punzante. Miró a su alrededor, y aún confundida y molesta, el mundo comenzó a desvanecerse a su alrededor mientras sus sentidos se nublaban.

[...]

Catherine's Pov;

Lentamente, mis ojos se fueron abriendo y me encontré en la enfermería del castillo. La habitación olía a pomadas y un toque a hierbas, un alivio en medio del mareo. Al lado, Hermione estaba sentada, su rostro pálido se iluminó al verme despertar.

𝑢𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 - 𝑑.𝑚 EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora