XV

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Narrador Omnisciente;

La cerveza de mantequilla enfriaba los dedos de Catherine, quien sostenía la bebida sin mucho interés. Sus ojos se perdían en un punto fijo, mientras escuchaba a Cedric hablar sin cesar sobre la copa de las casas.

—Realmente no creo que Slytherin gane la copa, aún tengo fe en Gryffindor... —Cedric continuaba su monólogo, ajeno a la desconexión de su compañera. Catherine fruncía el ceño, recordando ese sueño extraño que la había acosado la noche anterior, nublando la cita que intentaba disfrutar.

El bullicio de Las Tres Escobas seguía a su alrededor, pero para Catherine solo existía ese recuerdo. No podía deshacerse de la sensación de la furia que sintió.

—Cath... —La voz de Cedric la sacó de sus pensamientos. La miraba con cierta preocupación—. ¿Quieres que pida algo para comer?

—No, estoy bien, gracias —respondió con una sonrisa forzada, aunque sus ojos reflejaban otra cosa. Cedric la observó un momento más antes de entrelazar sus manos, jugando con sus dedos, pensativo.

De repente, él se inclinó hacia ella y la besó con suavidad, un gesto que Catherine no correspondió del todo. A los pocos segundos, se apartó con una incomodidad que se reflejaba en cada rasgo de su rostro.

—¿Qué te pasa? —frunció el ceño, su expresión más seria ahora—. ¿Estás pensando en otra cosa?

—No, claro que no —respondió rápidamente, agitando la cabeza con nerviosismo.

—¿Es Harry, verdad? ¿Qué tienes con él? —Cedric dejó escapar un suspiro de frustración.

—¿Con Harry? —repitió ella, confundida—. No tengo nada con Harry...

Cedric solo rodó los ojos, frustrado, y llamó al mozo para pedir la cuenta, su paciencia claramente agotada.

[...]

Más tarde, en los pasillos de Hogwarts, Catherine caminaba junto a Hermione, quien la escuchaba atentamente mientras compartía lo que había sucedido.

—Cedric me besó —dijo Catherine, evitando la mirada de su amiga, su tono apagado.

—¡¿De verdad?! ¡Dios santo! ¿Te pidió ser novios? —Hermione abrió los ojos con sorpresa, esperando una respuesta más entusiasta.

—No, es que... —Catherine miró el suelo, abrumada por la situación—. Como que lo arruiné...

—¿Cómo que lo arruinaste?

—Después del beso, me notó extraña y me preguntó si estaba pensando en alguien más.

Hermione levantó las cejas, claramente sorprendida.

—¿Y tenía razón? —preguntó, escrutando el rostro de su amiga. —¿En quien pensabas?—

—En Harry — Catherine mintió despiadadamente sin mostrar reacción alguna, como si mentir fuera un don.

—¿Cedric se enfadó?

—Un poco —admitió con un suspiro.

𝑢𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 - 𝑑.𝑚 EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora