III: La segunda vez

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.–Sloane y yo te dijimos que la lleves al baño y la beses.–dice Vay mirándome de soslayo con una sonrisita pícara. Había estado insistiendo con el tema desde que sabía que iba a encontrarme con Sterling, llevando mi incomodidad a niveles que no creía posibles.–Ve con la excusa de que vais a pisar cucarachas, no va a negarse.–insiste y esta vez ambas ríen. A veces, no entendía cómo es que eran mis amigas. Claro, porque a ellas les parecía de lo más normal ir por la vida besándose con chicas en el baño. A Sloane, que le gustaban más las mujeres que respirar, le era normal. Y las dos mejores amigas de Vay eran lesbianas, así que estaba acostumbrada. Supongo. Pero lo cierto era que no me animaba a decirlo en voz alta. Viniendo de la ciudad donde venimos, siendo tan chica, los rumores corrían rápido y si llegara a oídos de mi madre sería un desastre. Ser gay o lesbiana en una ciudad tan católica era no solo mal visto pero también peligroso. Y si en el instituto se enteraran, no sabía como se lo tomarían.

Sterling estaba jugando al futbol contra mi, ¿cómo llamarle? Si, contrincante. Desde primer año del secundario que la odio. Estaba pegada como lapa a Sloane y yo, siendo la mejor amiga celosa que era, me molestaba con Sloane. En su momento éramos de la misma clase. Pero porque la suerte estaba de mi lado, se había cambiado de instituto y no había sabido nada de ella hasta entonces.
Había visto en persona a Sterling por primera vez ayer cuando le había preguntado donde jugaba y me di cuenta que estaba cerca del instituto. Luego del entrenamiento de Handball de Vay y Sloane, ellas, Caitlin y Amy me habían acompañado—dos chicas del último curso que eran súper amigas nuestras—. Entré en pánico y decidí que no entraría a verle. Y fue ahí cuando Amy no tuvo otra idea más que llamarla por teléfono. ¿Qué adolescente llamaba por teléfono en el siglo XXI? Aunque hubiera llevado hablando con ella las últimas dos —casi tres— semanas, me dio algo de miedo y vergüenza pensar en conocernos por primera vez. Tal vez sonaba desquiciado pero no quería decepcionarla

Las semanas de los colegios eran de lo más divertidas, en especial ahora que podíamos participar de ellas. Una semana determinada al año, cada instituto tiene unos días para hacer festejos que en realidad no se de que van pero son de lo más divertidos. A principio de año, se ponían los centros de estudiantes de acuerdo para que no se sobrepusiesen los días. Durante estos días de festejos, durante la noche se abren las puertas del instituto al público y muestran coreografías, desfiles, concursos de talentos, etc y durante las tardes son tardes deportivas. Son invitados todos los institutos a participar y se juega de a instancias. Y como Sterling esta en el equipo de futbol de su instituto no veía por qué no ir a verle jugar.

–Ya dije que no voy a hacer eso, ahora se callan que me ponen nerviosa y no escucho ni lo que pienso.–les regaño. Ellas solo se ríen. Sabían que sufría de estrés y perdía el cabello gracias a ello y disfrutaban de la situación. Tenía la cabeza hecha un rollo desde anoche. Ya era rutinario quedarme hasta las 4 de la mañana pensando en lo que Sterling me había dicho, a pesar de tener clases al día siguiente. Era como si no pudiera hacer otra cosa que pensar en lo que me ha dicho y ponerme roja hasta las orejas, sonreír como idiota y perder horas de sueño. Igual valía la pena.

Todo el día de ayer Sterling me había comentado como la forma en la que le había saludado la había dejado esperando más y que hubiera querido que me quedara. No dejó que me fuera a dormir solo porque quería hablar conmigo. Obvio que seguido de eso me dijo que iba a seducir a Sloane y se me fue todo el amor que estaba sintiendo. Creo que era una de las pocas razones por las que había venido hoy, para verle de nuevo. Me había quedado pasmada con la imagen de ella. Era tan preciosa, pequeña, parecía tan delicada y luego le conocías a ella y a su temperamento y te dabas cuenta que en vez de ser un día tranquilo era una tormenta. Tenía la vibra de ser dura como una piedra pero era como se mostraba al mundo. Fue la primera vez que la veía en vivo y en directo y era todo lo que esperaba y más.

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