"Las peores despedidas son aquellas que jamás tuvieron explicación."
Tengo una fuerte mezcla de sentimientos encontrados. El cielo de Bradford luce gris y me siento estúpida, con ropa tonta y ojos perdidos. Theo coloca su mano sobre la mía y yo le miro, lleva un traje y está estupendo, radiante. Seca una lágrima que se desplaza por mi mejilla y veo como Valentine nos mira desde el espejo retrovisor, es una mirada que dice todo y a la vez nada. Que grita, que arde, que maldice, pero al mismo tiempo es solo como el mar sereno, un azul sosegado.
-¡Maldita sea!- gruño sollozando y pateo el asiento delantero. Todo esto es mi jodida culpa.
-Él no habría actuado si hubieses hecho tu trabajo.- me recalca Valentine con frialdad.- Él siempre tomará medidas drásticas si no haces lo que te ordena. Es un hijo de puta.- dice frustrado y le pega un manotazo al volante. Noto que está tan cabreado que comenzó a tutearme.
Las pequeñas gotas de agua que caen del cielo se resbalan por el cristal del todoterreno e imagino que soy como la lluvia. Sin ataduras, al alcance de todo, y sus pequeñas gotas solo tocan a las personas sin ser detenidas. Tal vez, de esa forma, pudiese saber los sentimientos de los otros y de alguna manera hacer que el daño en ellos fuese menos. Tal y como una persona se siente luego una llovizna. Reconfortado, rejuvenecido, limpio... Terminado soñoliento y con dedos fríos pero con el gratificante sentimiento de descarga, teniendo presente que la lluvia se llevó todo a su paso.
Pero a veces simplemente no pasa y sólo te toca vivir el momento, ya sea con amargura o empatía, en un desierto de felicidad con una nube de fuego que te calienta de noche y en el día te da provisiones y forma un pequeño oasis con sus leves lloviznas, o en uno en donde el día arde y quema tu piel, en un infierno y la noche puede ser tan fría que entumece tu cuerpo, en donde la nube de fuego no te calienta y durante el día no hay un oasis, tampoco provisiones. En dónde la niebla no te deja ver el camino iluminado por pequeñas luciérnagas y te sientes perdido; en dónde la tristeza te lleva mar adentro y te envuelve en sus olas de dolor y desesperación.(Horas Antes)
Mis ojos se abren a tope, comienzo a sonreír y de mi garganta se escapan risas tontas, pero reales, estoy extremadamente nerviosa, sé que es porque él está aquí, a pesar de que sabía que hoy, luego de tanto tiempo, volveríamos a encontrarnos. Coloco una mano en mi boca, simulando emoción y felicidad. Mis ojos ubican a Zayn, quien mira la escena sosteniendo una sorna en sus labios, con mirada sarcástica pero escondiendo una avalancha de sentimientos que no logro descifrar en sus ojos. Fielmente creo que podría ser de repudio, arrogancia, odio.... No lo sé...
Agarra una copa mientas su mano libre se esconde dentro del bolsillo de su pantalón de millonario. Tiene expresión totalmente diferente a la que vi cuando me divisó llegar, tenía una cara pálida y unos ojos grandes mientras yo procuraba que todos creyeran que era la persona más feliz del mundo porque estaba siendo escoltada del brazo de Clyde Valentine; luciendo de maravilla con un embarazo de siente meses y colocado mi faceta de Jane sociable al saludar a todos. Por mi parte, al verlo, todo mi ser se alborotó, mi cabeza me colocó cada momento junto a él durante aquel año y solo sentí que el agujero en mi pecho se ensanchaba y borraba todo rastro de racionalidad. Esta noche he llegado aquí con ordenes específicas y daré por terminada mi labor, de no ser así, estoy segura de que Marcos convertirá este lugar en escenario de guerra.
-Así que ese día conocí a esta bellísima mujer y ella es quien me ha atrapado, con su sencillez y dulzura.- Valentine habla en el micrófono. Todas las personas presentes miran expectantes la escena mientras él me describe y habla de nuestra relación con blasfemias incultas.- Amor...- El se voltea a mirarme y toma mis manos. Mi subconsciente gira sus ojos y me indica que lo mire. Así que mis ojos están directamente en los azules de Clyde.
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Keepsake |One Shot Series|
General FictionFue él quien perdió su propio juego de muerte, y cayó enredado en el demonio de los hombres; el amor.