Zayn no sabía si era amor o era un hechizo, pero Jane le devoraba la boca con hambre, con fiereza. Lo hacía hasta con el pensamiento. Mientras él por su parte estaba sorprendido, desconcertado e indudablemente excitado.
Conoció a la perfección esa parte desvergonzada de Jane y aquellos ojos prodigiosamente castaños que lo envolvían en la lujuria de un beso y en el romance adolescente. Conocía esa parte de su enloquecida niña, pero jamás logró entender cómo ella podía llegar a ser tan cambiante.Él mantenía sus manos firmes sobre el colchón, no la tocaba, no quería que esa simple acción lo arrancara de su sueño. Estaba inmóvil y tenso, pues muchas noches intentó que esto pasara pero jamás lo logró porque a pesar de que ella no lo notara, había actuado de la misma manera que hace un año; casi robótica y él sabía que era el causante de eso, que se lo ganó y le dolía. Se sentía poco merecedor de ella, como una porquería y casi le parecía una ilusión que ella hubiese permanecido allí con él luego de su incidente con Marcos. Por eso se encargaba de agradecérselo en cada momento, porque sentía que haberlo dicho sólo un par de veces no era suficiente. Ella sólo se mostraba indiferente o enseñaba una sonrisa corta y hablaba sólo lo necesario. Hasta esta noche.
-Tócame.- pidió ella en un susurro tomando sus manos, él, exaltado las retiró, pero ella volvió a tomarlas y las guió hasta su cuerpo, el cual para él parecía el templo de la perdición y no quería perderse en ella, no mientras hablaban de algo importante. Él comenzó a besarla más lentamente e intentó separarse, ella decidida a acabar con lo que comenzó, continuó moviendo sus labios contra los de él, pareciendo aún más hambrienta. Zayn comenzó a incorporarse, muy despacio y ella lo siguió sin romper el beso, pero Zayn la agarró de los hombros para detenerla.
-Es la segunda vez que intentas evitar una conversación de esta manera.– dijo él jadeando, Jane pudo notar en sus ojos cómo se estaba conteniendo, pero ese autocontrol no le duraría demasiado.
-¿Y está funcionando?– preguntó ella y se inclinó hacia él capturando sus labios por una fracción de segundos.
-Lo suficiente.
-Entonces no te detengas.– ella susurró contra su boca. Esas palabras dieron rienda suelta al autocontrol de Zayn por lo que se abalanzó sobre ella, tirándola al colchón
y el gesto de su mano planeante sobre el pecho, la tornó débil y gimiente cada vez más.Apenas existía luz en aquella habitación, pero ellos eran como dos soles envueltos en sus llamas flamantes.
Lentamente Zayn se inclinó a besar los labios de su niña enloquecida y se abrió paso entre sus piernas para finalmente, ambos dejarse perder en cada uno.
Hasta ahora, él había pensado que el amor les bastaba para ser felices, pero fue Jane quien decidido demostrarle que muchas veces la decepción puede más que el amor; porque el amor y el perdón no se pueden comprar sólo con palabras bonitas.
–Te amo- dijo él.
–Te amo—repitió ella.
La besó una vez más y se dejó caer en el colchón, se sentía feliz pero muy en el fondo le preocupaba que ella se hubiese entregado así, sin más.
-¿Por qué siento que te estás despidiendo?– preguntó él, temiendo de su respuesta. Tampoco sabía porque intuía eso, simplemente lo sintió.
Jane se incorporó, aguantando su cuerpo con uno de sus codos y lo besó nuevamente.
-Porque me voy a dormir.– fue lo que ella dijo y él sonrió en respuesta, con un poco de más confianza.– Buenas noches.
-Buenas noches, cariño.–
Dijo él abrazándola fuerte contra su pecho. Enredó sus piernas entre las de ella, se deleitó con su olor y besó su coronilla mientras la opresión en su pecho se expandía como agua en el suelo, y casi podía escuchar a gritos que las cosas no estaban bien. Luego de unos minutos, sitió todo el peso del cuerpo de Jane y supo que estaba dormida. Por eso cerró los ojos, captando la imagen de su niña y grabándola en su memoria, quedándose con la inquietud y opresión de esa noche.
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Keepsake |One Shot Series|
General FictionFue él quien perdió su propio juego de muerte, y cayó enredado en el demonio de los hombres; el amor.