• Capitulo 2: "Reencuentro"

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Sidney Smith:

Desperté de buen humor. James no estaba a mi lado, lo cual me pareció extraño pero no dije nada. Lavé mis dientes, cepillé mi pelo y me hice el desayuno.

Good morning, my friend!

Buen día, Felice.

¿Cómo estás hoy? — hizo una pausa — Did I say the words right?

Asentí. Conocía a Felice cuando vivía en Los angeles y tuvimos una bonita amistad. No habíamos hablado hasta ahora.

— Estás aprendiendo español muy rápido. ¿Alguien te está ayudando?

Yes. My boyfriend.

Claro, Lucas. Él era el novio de Felice, y viene de Argentina. Antes era yo la que le enseñaba las palabras, ya que a él siempre le costó enseñar, pero parece que ahora van avanzando.

¿Cómo está James? — preguntó con una sonrisa.

— Bien. Ayer conoció a mis padres.

¡Oh por dios! — abrió la boca —. And..how was it?

— Bien — sonreí al recordar —. Al principio fue.. raro, pero luego lo aceptaron. Creo — lo último lo murmure, cosa que dudo que ella haya escuchado.

— ¡Es una wuena notishia!

Lo es — suspiré —. Cuéntame algo de ti.

Well...Me asheptaron en una película. Voy a protagonizarla.

¡Dios mio, Felice! ¡FELICIDADES! — Sonreí emocionada. No podía creérmelo. Felice siempre soñó con protagonizar una película y ahora lo está haciendo.

Si..Yo tampoco podía creérmelo.

— Tanto esfuerzo valió la pena.

Si.

El silencio era incómodo, otra vez. Sabía que Felice ocultaba algo. Siempre que lo hacía, miraba a un lugar y se mordía el labio inferior, dubitativa.

— ¿Quieres preguntarme algo? — dije por fin. Ella suspiró.

¿Te reencontraste con Gavi? — preguntó curiosa.

— No. Tampoco pienso hacerlo.

Sabes que en cualquier momento será así. No puedes evitarlo.

Felice tenía razón. Siempre la tuvo. Ella me conocía bien y sabía que yo temía por verle de nuevo. En el viaje pensaba solo en él — y no quiero que penseis que aún lo amo, no es así —. Me sentía fatal y temía de liarla con James. Incluso estuve dando vueltas al asunto durante mucho tiempo. Con Felice hablamos un poco, pero luego cada una colgó la llamada.

Ya era la tarde.

Y James no aparecía.

Mi preocupación volvió rápidamente, no me sentía bien. Le había mandado cientos de mensajes y ninguno contestó. Ni siquiera vio los mensajes. Estaba comenzando a estresarme. Llamé a alguno de sus amigos pero nadie sabia dónde estaba. Entonces, decidí cometer una locura.

Iba a buscarlo por toda Barcelona.

Ni loca lo encuentras.

Conocía los lugares clave donde James siempre iba, así que decidí ir principalmente por ahí. Pero no funcionó. Y las lágrimas no tardaron en salir.

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