• Capitulo 26: "Sin final"

3.6K 138 59
                                    


SIDNEY SMITH:

Me encontraba en las gradas viendo como mi novio triunfaba. Básicamente, estaba entrenando antes que empiece el partido.

Pablo era muy competitivo y prometió que en este partido trataría de dedicarme un gol. Admito que mi corazón dió un vuelco en cuánto lo dijo.

Seguía siendo él a pesar de mis errores. Y por esa razón le quería tanto.

— Jope, ¿cuánto falta? — Floppy suspiró, molesta —. Estamos aquí hace como tres horas, Sidney.

— Ya, es que Pablo quería que le viéramos temprano.

— Pues claro, si eres una dominada es normal.

— Oh, cállate que Maria te tiene muy dominada.

Floppy se sonrojó inmediatamente y me golpeó levemente en el brazo.

Las últimas semanas había conocido a una rubia de ojos claros. Se conocieron en una de las fiestas y podría decirse que fue un amor a primera vista. Mi amiga era bastante bonita y no me sorprendería que una muchacha como Maria le llame la atención.

Maria además de ser la "casi algo" de Floppy, era mi jefa de modelaje. Cargando el puesto que antes tenia mi madre. Su madre era conocida de mi madre, así que por ese motivo se me hacía conocida.

Floppy estaba perdidamente enamorada de ella y eso me hacía sentir bien por ella. Finalmente podía amar sin límites y sin esconder sus verdaderos sentimientos.

— Mejor me callo — Suspiró, mirando a los chicos.

— Hola, ¿puedo sentarme con vosotras? — Un chico bastante alto apareció junto con sus palomitas y coca cola. Tenía pelo castaño y una bonita sonrisa. Su mirada estaba puesta en mi amiga.

— Claro.

El chico se sentó a nuestro lado. Estaba entre medio de ambos.

— No quería Interrumpimos, es que realmente aqui es una bonita vista.

— Ya ves — Sonreí —. ¿Cuál es tu nombre?

— Soy David. Podeis decirme Dave, si quereis.

— Yo soy Sidney y ella es Floppy. Puedes llamarnos el dúo dinámico.

Sonrió, negando con la cabeza.

— ¿Sois fans del Barça?

Me encogí de hombros.

— Algo así. Realmente no me gusta mucho el fútbol, pero lo hago por mi novio.

— Ya veo. ¿Y tú, morocha?

— Soy lo contrario a Siddy, realmente adoro el fútbol.

— Mentirosa.

— Vale, vale — Rió —. Somos más parecidas de lo que crees.

— Mi hermano quiso venir a este partido. Yo solo vengo aquí para...— Se sonrojó y comenzó a reírse — Olvidadlo. Les pareceré raro.

— ¿Cómo? — Sonreí, confusa.

El partido comenzó y Dave decía algunos chistes amargos sobre los jugadores. Fue un buen momento, puesto que pasé el partido riéndome cada cinco segundos. Por otro lado, sentía la mirada de Pablo puesta en mi. A veces se quedaba serio mirando hacia nuestra dirección y intercambiaba algunas miradas con Floppy. Ellos se hablaban de esa forma, expresando tantas palabras en una mirada.

— Y luego...

El segundo tiempo terminó y suspiré, intercambiando miradas con Pablo. Ahora estaba furioso. Más que nada porque en el primer tiempo no había anotado ningún gol.

Al límite Donde viven las historias. Descúbrelo ahora