• Capitulo 9: "Lágrimas de cocodrilo"

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SIDNEY SMITH:

A la tarde decidimos ir de compras junto a Floppy. Era cierto que necesitaba comprar algún vestido. Aunque tampoco es que lo usaría mucho.

— Vale, ¿te gustó alguno? — me preguntó, mirando algunas prendas —. Hostia, mira este.

Me mostró un hermoso vestido verde fuerte. Tenía una cobertura en la espalda, dejándola al descubierto. Lentejuelas por todas partes, dejandolo brillante.

— No me gusta.

Floppy puso los ojos en blanco y siguió viendo. Quería un vestido de fiesta, si, pero no tan..Provocativo.

— ¿Podemos irnos? Siento que aquí nada me gustará — Floppy sonrio a medias y salimos de la tienda. Aunque tenia una mala cara —. ¿Qué?

— Hemos estado durante horas recorriendo tiendas. Ninguna te ha gustado — resopló —. ¿Deberíamos rendirnos?

Me encogi de hombros, solo quería irme de alli.

— Como quieras. Me apetecen unos churros, la verdad.

Floppy sonrió y me golpeó levemente en el hombro.

— Pues vamos a comer churros.

Luego de comer unos buenos churros, decidimos seguir recorriendo. Tenía una mala cara. Ponía muecas a cada vestido que me mostraba. Ninguno me llamaba la atención. Preferí quedarme de brazos cruzados mientras ella se escogía uno que otro.

— ¿Buscas algo?

Me giré para mirar a la chica de la tienda.

— Eh, no lo sé. No hay nada que me llame la atención, la verdad.

— Podría ayudarte — sonrió —. ¿Cuál es tu estilo?

— Realmemte no tengo un estilo. Sólo busco que no sea muy provocativo.

La chica enarcó una ceja y luego sonrió.

— Creo que tengo lo que buscas. Ya vuelvo.

Unos minutos después, regresó con un vestido con corte tubo. Era muy ajustado al cuerpo, cuyo largo llegaba
justo debajo de las rodillas. Era un color blanco y se veía genial.

— Es perfecto para usar en tonos planos con una chaqueta de cuero — me guiñó el ojo, con una sonrisa. Le eché una mirada al vestido —. Puedes probartelo si deseas.

Volví a mirarlo. No era muy provocativo. Tampoco era casual. Pero tenía un poco de ambos. Sonreí y fui directo al probador, tenía ilusión. Por fin había encontrado el correcto.

Floppy quedó fascinada, decía que se me veía fenomenal. Aunque debíamos comprar los pendientes, pero eso no me preocupaba. Tenía el vestido correcto. El indicado.

Llegamos hacia el edificio, cansadas. Floppy se tiró a la cama con una mueca. Me miró de nuevo, pero esta vez sonriendome.

— Deberías ponértelo hoy.

¿Hoy?

— ¿Por qué? — noté su sonrisa pícara y negué inmediatamente —. No, no. Ni de coña volveré a las fiestas.

— ¡A las fiestas no, boba! — puso los ojos en blanco —. Iremos al cumple de Pedri.

— ¿Pedri? — Ella asintió felizmente —. No fui invitada.

Además, su cumpleaños no era concretamemte hoy. Era en unos días, por lo que pareció extraño.

— Si, si fuiste — sacudió unos papeles al frente mío —. Solo que estuviste tan ocupada que ni siquiera los has visto.

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