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Algo dentro de Remus se rompió al ver a Marlene besarse con Sirius

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Algo dentro de Remus se rompió al ver a Marlene besarse con Sirius. Era extraño, él nunca había sentido ningún tipo de atracción hacia una mujer pero con Sirius era diferente. Con él si que sentía esas mariposas de las que hablaba todo el mundo, se imaginaba besándolo de la misma manera de la que lo había hecho Marlene, cogiendole de la mano... Era confuso, Sirius era un chico.

Y el romance chico x chico y chica x chica estaba prohibido.

Los siguientes días fueron extraños. Remus usualmente trataba de evadir a Sirius cuando se encontraban ellos dos solos, y cuando estaban el resto de merodeadores presentes también.

Marlene y él no eran muy empalagosos aunque parecían dos gotas de agua. Se sentaban juntos en las comidas y cuchicheaban entre ellos hasta que terminaban riéndose o caminaban cogidos de la mano. Luego, en la sala común más de lo mismo. Y durante el Quidditch también. Pero por el resto del tiempo todo era igual.

Pero tras dos meses ya acabando mayo se notaba que ellos dos se querían, aunque muchos digesen que era solo un romance entre jóvenes de solo 13 años.

-James: Entonces creo que ya va siendo hora de comenzar el mapa, ¿Que me decís, chicos?

Esto sacó a Remus de sus pensamientos.

-Remus: Sí, totalmente de acuerdo- sacó una caja de debajo de su cama- Aquí tengo pergaminos.

-Sirius: El castillo es enorme, yo voto por salir esta noche a explorar e ir dibujando- Peter asintió-.

-Peter: Pero solo tenemos una capa de invisibilidad.

-Sirius: Bueno, pues vamos dos, mañana los otros dos y así. No es tan complicado- dijo rodando los ojos. Peter nunca le había llegado a caer del todo bien-.

-James: Bien, yo hoy estoy reventado así que id vosotros. Sirius sabe dibujar y Remus es bueno con el oído por si viene alguien, así que buenas noches- se giró en su cama y se tapó con el edredón hasta la cabeza-.

Remus y Sirius se miraron y se encogieron de hombros. Sirius se acercó a coger la capa de invisibilidad mientras que Remus repetía en su cabeza todo el rato un "no" "mierda" "joder" "¿Por qué a mí?".

Salieron del dormitorio y se escondieron bajo la capa. Atravesaron el retrato de la dama gorda que comenzó a resoplar y maldecir por lo bajo pero se quedó incrédula al no ver a nadie.

Avanzaron por el castillo y Remus cada vez estaba más nervioso al sentir el cuerpo de Sirius pegado al suyo.

Exploraron todo el ala oeste mientras trazaban en el pergamino líneas irregulares. Ya lo pasarían a limpio más adelante.

-Sirius: Remus- llamó su atención- ¿Se puede saber por qué me estás ignorando?

-Remus: No te estoy ignorando- contestó más borde de lo que quería-.

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