Toujours Pur

.II.

-X: Buenas noches, estudiantes de primero. Yo soy la profesora y subdirectora Minerva McGonagall. Dentro de poco se reunirán con sus compañeros, pero antes de nada, seréis seleccionados a una casa. Está Gryffindor, donde habitan los valientes, Hufflepuff, donde habitan los bondadosos, Ravenclaw, los que destacan por su inteligencia, y Slytherin, la ambicia y astucia son propias de esta casa. Esperad aquí, enseguida entraremos al Gran Comedor.

En el momento en que la profesora McGonagall salió de la sala, Sirius se puso a analizarla. Esta era una señora mayor de enormes ojos negros y cabello canoso atado en un alto moño. Llevaba una túnica verde esmeralda que hacía juego con un sombrero del mismo color. Además, llevaba unas pequeñas gafas redondas y sostenía un enorme pergamino envuelto.

-McGonagall: Adelante.

Entraron al gran Comedor donde todo el mundo se quedó observándolos.
Las cuatro largas mesas estaban situadas de forma vertical a excepción de la del profesorado, la cual estaba situada de forma perpendicular.

-McGonagall: Ahora, os nombraré y tendréis que sentaros en este taburete, acto seguido, os colocaré el sombrero y este os asignará una casa. Bien, Letta Bonnes.

Sirius esperó hasta que llegó su turno. Entonces, con la cabeza en alto y pasos firmes caminó hasta el lugar y la profesora le colocó el adrajoso sombrero en la cabeza, cubriéndole así también los ojos.

-SS: Vaya vaya, pero que tenemos aquí, ¿Otro Black? ¡Genial! Sin duda ya sé cuál es tu casa, pero... ¿Parece que quieres decirme algo?

-Sirius: Slytherin no, porfavor, Slytherin no.

-SS: ¡Con que Slytherin no! Querido, ¿Sabes todo lo que sucederá si no quedas en ¡Slytherin!?

-Sirius: Me da igual lo que suceda, Slytherin no.

-SS: Veamos a ver, tu mente no es mala, tu bondad te falla, aunque no demasiado. La valentía acecha en tu interior, ¡Es increíble! Pero en Slytherin encajas mejor. ¿Alma de líder? ¿Astucia? ¿Determinación? ¿Ambición? ¿No crees que eso te define bastante?

-Sirius: Me da igual lo que me define o no, ponme en Gryffindor ya.

-SS: Fuerte carácter para un Gryffindor. De acuerdo, te pondré en esa casa, pero luego no vengas a decirme que me equivoqué, como muchos alumnos han hecho. ¡GRYFFINDOR!- Esto último lo gritó para todo el gran comedor-.

El recién mencionado Gryffindor tomó una respiración profunda y se encaminó hacia la mesa de los leones. "Ya no hay vuelta atrás" pensó.

Poco después fue seleccionado a su misma casa un chico de su altura de cabello azabache e indomable.

-X: Ey amigo, que bien que estemos en la misma casa- dijo ilusionado hablando animadamente aún sin conocer al chico-.

-Sirius: Sí, que alegría- disimuló su sarcasmo-.

-X: Soy James Potter por cierto- le tendió la mano y el pelinegro la miró con repulsión-.

-Sirius: Sirius Black.

Una vez que todos los niños de primer año pasaron por el sombrero seleccionador, Dumbledore dio su habitual anuncio, y a continuación, apareció un enorme manjar de todo tipo de comida.

Todos los chicos hablaban, gritaban, y comían como si no hubiese un mañana. Sirius estaba algo incómodo, ¿es que a estos chicos no les habían enseñado modales?

-X: ¿Qué pasa, niño pijo? ¿Es que todo esto no está a la altura de tu nobleza?- preguntó con burla un chico de la mesa de al lado-.

-Sirius: ¿Y tu qué? ¿Disfrutando todo lo que no podrás pagar en tu vida?

-X: ¿Cómo te atreves? Asqueroso traidor. Mami y papi no van ha estar muy contentos con tu selección, Black.

-Sirius: ¿Sabes? Puede que mami y papi no estén contentos, pero alguien mucho más superior a ellos sí. Y ahora, si no te importa, volveré a mi cena- lo observó de arriba a abajo y pensó "cabello negro y grasiento, piel pálida, delgado y nariz ganchuda"- Snape.

Al concluir la cena, los prefectos los guiaron a la sala común.

La sala de Gryffindor era una enorme sala acogedora, con una gran chimenea a un lado junto a unos sofás escarlatas, y un retrato de Godric Gryffindor.

A decir verdad, tal vez el quedar en Gryffindor sea una experiencia increíble, lejos de todo lo que le habían enseñado desde pequeño.

Buscó su habitación y entró.

-James: ¡Qué bien que también compartamos habitación! Eres el primer amigo que tengo- comentó con una gran sonrisa-.

Justo en ese momento fueron interrumpidos por un chico alto y delgado de ojos ámbar. Su cabello castaño claro y desordenado caía hasta sus ojos cubriendo algunas cicatrices que recorrían su rostro.

-X: Hola, soy Remus Lupin- se presentó tímidamente-.

"Mestizo" pensó Sirius.

-James: Soy James Potter y este es Sirius Black, un gusto.

James le estrechó la mano al chico y le dio una palmada amistosa en la espalda mientras Sirius solo se dedicaba a mirar desde su cama.