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La mañana del 3 de noviembre Sirius se había despertado a causa del picoteo de un ave en la ventana de la habitación

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La mañana del 3 de noviembre Sirius se había despertado a causa del picoteo de un ave en la ventana de la habitación.

Afortunadamente, sus compañeros de habitación seguían durmiendo, a diferencia de él que, al ser su cama la más próxima a la ventana, no tuvo más remedio que despertar.

Una vez que abrió la ventana, el gran búho real de su familia dejó un paquete y una carta. Sirius ya estaba sacando algo de comida para ofrecerle al ave cuando esté le picoteó la mano y salió por donde entró.

-Sirius: Maldito pajarraco.

Rápidamente cogió un paño y lo envolvió alrededor de su mano para así evitar que continuase sangrando. Entonces, abrió el paquete.

Este era un collar plateado que antiguamente había pertenecido a su abuelo materno, con forma de cuervo y que contenia el emblema familiar "Toujours pur".

Sirius sabía lo que significaba y lo confirmó cuando leyó la carta.

Sirius O. Black III

Esta cadena perteneció a mí padre y ahora, en tu 12 cumpleaños, yo te la otorgo a ti como mi legítimo heredero. Cuídala.
Aun siendo Gryffindor, recuerda, si Black se nace Black se queda.
Toujours pur

WB.

Rápidamente Sirius colocó la cadena en su cuello. Aún podía enmendar sus actos. Él no quería estar en Gryffindor, quería ser una serpiente, ¿o no? Su madre aún tenía puesta su fe en él, lo había llamado su heredero. Esto era buena señal, ¿No? A lo mejor el señor tenebroso ya le había explicado todo y no estuviese enfadada con él.

A lo mejor todo podría seguir siendo como antes. Tener unas navidades normales, ¡Sí! Como siempre. Jugar con Regulus, recibir muestras de cariño tanto de su madre como su padre. Ser el heredero perfecto... A lo mejor nada cambia.

A lo mejor.

Nada se sabía. Pero ya quedaba poco para comprobarlo. Solo un mes, solo un dichoso mes.

Cuando todos estos pensamientos abandonaron su cabeza, comprobó la hora. Eran ya casi las ocho, lo que significaba que pronto comenzaría el desayuno. Entró a la ducha, se vistió con su impecable túnica sin ninguna arruga, peinó su hermoso cabello azabache y comenzó a recoger las cosas necesarias para ese día.

-James: Buenos días Sirius- dijo levantándose de la cama y entrando al baño-.

-Sirius: Buenos días, Potter. Lupin- saludo al recién despierto-.

-Remus: Black- contestó en forma de saludo-.

Remus Lupin era un joven alto y delgado con un precioso cabello castaño claro y ojos ambarinos. No había hablado nada con él, solo un buenos días o buenas noches.

El mencionado trató de despertar al otro joven que aún dormía. Pero ante su fracaso, Sirius usó otro método.

-Sirius: Levicorpus.

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