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-Bellatrix: ¿Crees que no se que fuiste tú junto a tus amigos traidores los que hicisteis la broma?

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-Bellatrix: ¿Crees que no se que fuiste tú junto a tus amigos traidores los que hicisteis la broma?

Dijo Bellatrix mientras agarraba con fuerza el cabello de su primo.

-Sirius: ¡Yo no he sido! ¡Suéltame!- puso sus manos sobre las de Bellatrix para intentar así liberarse- ¡Noli me tangere! ¡Suéltame!

-Bellatrix: Muy pocos en esta escuela dominan las lenguas muertas, Sirius- dijo liberando al muchacho pero agarrándolo nuevamente. Esta vez del cuello de su camisa- Sé que has sido tú maldito renacuajo, y me las pagarás. Ahora, dime cómo se quita esto.

Señaló su rostro el cual aún tenía manchas rosadas que no salían.

-Sirius: No lo sé.

-Bellatrix: ¡Dímelo!

-Sirius: ¡QUE NO LO SÉ!

La Black mayor sacó su varita.

-James: ¿¡Sirius!?

Se le oyó gritar desde el final del pasillo. Bellatrix soltó a su primo.

-Bellatrix: Se lo contaré a tus padres.

-Sirius: Qu- no no no- pidió pero Bellatrix ya se había ido-.

-James: ¿Estás bien, compañero?

-Sirius: Sí- dijo en un susurro casi inaudible-.

Ambos chicos caminaron en silencio hacia el gran comedor donde disfrutarían de su última comida juntos hasta septiembre.

-James: Estáis todos invitados para pasar las vacaciones en mi casa.

-Remus: Si... Yo no creo que pueda- dijo con nerviosismo-.

Sirius hizo una nota mental. Este chico ocultaba algo.

-Peter: Cuenta conmigo, James.

-Sirius: Conmigo no, tengo asuntos familiares.

-James: ¿No podéis venir después de vuestras cosas?

-No- contestaron a la par-.

-James: Bien, pero sabéis que les puertas de mi casa siempre van a estar habiertas por si lo necesitais- ambos muchachos asintieron-.

Terminaron de comer y recogieron sus cosas. Seguidamente montaron al expreso que los llevaría a casa.

Sin duda los cuatro echarian de menos el castillo. En el año que llevaban allí se había convertido en sus hogares. Mismos que echarian en falta los próximos tres meses.

El viaje se hizo más corto de lo que esperaban así que nada más llegar se despidieron antes de bajar y cada uno se fue por su cuenta. Sirius llegó con su madre algo nervioso, no sabía si por la expresión seria que portaba está o por los acontecimientos pasados.

Toujours PurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora