-I-

233 12 0
                                    

-Walburga: ¡Arriba! ¡Despierta!- Comentó dando fuertes golpes en la puerta de la habitación de su primogénito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Walburga: ¡Arriba! ¡Despierta!- Comentó dando fuertes golpes en la puerta de la habitación de su primogénito. Instantáneamente esta se abrió- ¿¡Qué te dije de la hora!? Si no recuerdo mal, te ordené que estuvieses despierto a las 6 de la mañana, ¡et maintenant il est heure et demie! (¡Y ahora son y media!)

-Sirius: Pardon mère, le pedí a ese elfo que me despertase a la hora correcta, pero otra vez a incumplido su deber.

-Walburga: Maldito elfo, ya me ocuparé de él más tarde- murmuró- Ve a ducharte, Sirius, no hay tiempo para que desayunes, ya lo harás en el tren- el chico se quejó- No hay tiempo, hijo, el señor te quiere en la sala en veinte minutos.

-Sirius: Si, madre. ¿Han traído ya mis nuevas botas? Las anteriores están algo desgastadas.

-Walburga: No, aún no han llegado, pero no te preocupes, te aseguro que, si no llegan hasta el anochecer, yo misma me encargaré de maldecir a los encargados.

-Sirius: De acuerdo, madre.

El hijo mayor del matrimonio Black se duchó y se colocó su lujosa túnica hecha a medida. Después, cepilló su largo cabello acomodándolo en una formal coleta. Una vez hecho esto, bajó a la enorme sala de estar del número 12 de Grimmauld Place.

-Orión: Buenos días hijo- le dijo nada más entrar, mientras observaba lo que hacía el menor de sus hijos- Regulus, baja de allí- le ordenó al verlo ponerse en pie en una silla- Siéntate Sirius, el lord llegará en breve- y como si lo hubiesen invocado, este apareció- Mi señor- saludo de forma cordial mientras realizaba una reverencia y agachaba la cabeza, acción que copiaron sus dos hijos-.

-Voldemort: Orión- respondió en modo de saludo- ¿Cómo estás, Sirius?

-Sirius: Bastante bien, señor- contestó aún con la cabeza agachada-.

-Voldemort: ¿Y la querida Walburga?- preguntó al notar la ausencia de esta-.

-Orión: Preparando lo último para la estadía de nuestro Sirius en Hogwarts, señor.

-Voldemort: Bien, retírate Orión, y lleva al pequeño mocoso contigo- le dijo mientras observaba cómo Regulus estaba a punto de tirar un jarrón-.

Una vez que padre e hijo se retiraron, Sirius levantó la mirada encontrándose con unos ojos escarlata y un precioso cabello azabache. Además, destacaba aquel color gris apagado de su piel. Un muchacho atractivo sin duda alguna, pero últimamente el poder le estaba jugando una mala pasada y estaba provocando la desfiguración de su rostro. Consiguiendo así la caída de su cabello y la pérdida de su nariz.

-Voldemort: ¿Emocionado por tu primer curso en Hogwarts?- preguntó mirando al pequeño pelinegro de ojos grisáceos-.

-Sirius: Sí, señor, pero decepcionado ya que tendré que juntarme con esos sangre sucias y traidores.

Toujours PurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora