.VI.

75 4 0
                                    

-Regulus: Te tienes que volver a ir, ¿verdad?- preguntó lastimosamente-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Regulus: Te tienes que volver a ir, ¿verdad?- preguntó lastimosamente-.

-Sirius: Si Reg, tengo que volver a Hogwarts.

-Regulus: Pero esque no quiero que te vayas y me dejes solo.

Sirius miró como los ojos de su hermano se cristalizaban.

-Sirius: Tranquilo Reggie, te prometo que te escribiré.

Pero el pequeño comenzó a sollozar y Sirius bien sabía que algo iba mal.

-Sirius: Reg mirame- este no hizo nada- Regulus.

El mencionado clavó la vista en su hermano mayor y a este se le partió el alma. Odiaba ver a su hermanito llorar.

-Sirius: ¿Te ha hecho algo mamá mientras no estaba?- este no contestó- Regulus, ¿Te ha hecho algo mamá mientras no estaba?- Volvió a preguntar pero esta vez en un tono más duro-.

El pequeño asintió con la cabeza mientras limpiaba sus lágrimas.

-Sirius: La voy a matar, ¿Qué te ha hecho?

-Regulus: U-Utilizó la- la maldición Cru-ciatus p-poque estaba en-enfadada porque quedaste en G-Gryffindor- dijo entre sollozos tratando de tomar aire-.

-Sirius: ¿¡QUÉ!?

Sirius salió rápidamente de la habitación y bajó corriendo las escaleras. Sabía que su madre se encontraba en el salón principal de la mansión, mismo donde se encontraba la chimenea de red flu.

-Orión: No corras en casa, Sirius- le reprendió-.

Pero Sirius no hizo caso.

-Walburga: Creo que tu padre te ha indicado algo- dijo bebiendo tranquilamente de su taza de té-.

-Sirius: ¡Eres cruel! ¿¡Cómo has podido maldecir a un niño de 10 años por una cosa así!?

-Walburga: Hay que educarlo bien, tu hermano es muy rebelde. Además, la culpa fue tuya, no mía.

-Sirius: ¡No fue mi culpa, me lo ordenaron!

-Walburga: Deja de gritar- le dijo en un tono autoritario- Tú no eras tan maleducado de pequeño, se ve que tus influencias están pasando factura. Me temo que tendremos que planternos cambiarte de escuela, a ver si así recuperas tus modales.

Miró a su marido en busca de su consentimiento pero este se encontraba ausente. Finalmente clavó su mirada en los orbes negros de Walburga.

-Orión: ¿Maldeciste a Regulus?

Y a mí, papá, y a mí.

-Walburga: Por supuesto, ¿Cómo quieres que le enseñe la lección sino?

-Orión: ¿Qué maldición usaste?- preguntó pero esta no contestó- ¿Sirius?

-Sirius: Cruciatus- contestó en un susurro-.

Toujours PurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora