-Ese amigo tuyo es un desastre, mirá los cambios que metió. ¡Cualquier cosa!
-No es mi amigo -refunfuñó Gloria, pero su hermano no le contestó. Ella siguió preparando la cena y la comida del día siguiente, mientras Felipe continuaba mirando la televisión con un gesto indignado.
-¡Cómo nos van a ganar esos negros muertos de hambre que ni para limpiarse el culo tienen!
-¡Felipe esa boca!
-Ni me nombres a Boca.
-No te hagas el piola o tiro ese televisor a la mierda.
Felipe no respondió mas nada, solo se cruzó de brazos, viendo cómo Argentina perdía con Venezuela. Mientras pelaba las papas, Gloria trataba de no escuchar cómo los relatores y periodistas destrozaban al nuevo DT.
Dejó las papas y miró la televisión, allí mostraban a Scaloni caminando de acá para allá, dando órdenes, haciendo gestos, cada vez más enojado con los árbitros, los jugadores, con él mismo. Gloria sintió una enorme pena y una necesidad de hacer algo, aunque no sabía qué.
-Pobrecito -se le escapó, y su hermano la miró.
-Qué pobrecito ni nada. Pobrecito Messi que tiene que jugar con todos esos muertos.
Cuando el partido terminó, Felipe se fue a la calle, a pesar de que ya estaba bastante oscuro. Ella lo llamó pero el chico ni caso le hizo. Gloria pensó que ahora su hermano volvería a lo de antes, ya no le tenía respeto ni a ella ni a Scaloni.
-Este pendejo hediondo, ¿será posible que tenga que pasarla tan mal yo?
Miró la televisión que aún estaba en el canal de deportes y todavía le estaban dando a Scaloni con toda la saña y alevosía que encontraban. Volvió a concentrarse en la imagen de él, sintiendo tristeza otra vez. Agarró su celular, todavía no lo entendía muy bien, y suspiró dejándolo sobre la mesa.
Felipe regresó dando un portazo y ella lo llamó. De mala gana el chico caminó hasta ella.
-¿Me hacés un Instagram?
Su hermano levantó una ceja, mirándola.
-¿Para qué querés eso vos?
-¿No puedo tener uno? Igual no quiero subir fotos ni nada, lo quiero porque Romina siempre se gana algo en sorteos que hacen ahí.
Aquello era una mentira grande como una casa. Bueno, no del todo, era verdad que Romina siempre tenía una suerte demasiado privilegiada y se ganaba todo; lo que era mentira era que ella quería tener Instagram para participar en sorteos.
Con poca convicción, Felipe manipuló su teléfono hasta que le preguntó cómo quería llamarse.
-¿Y cómo va a ser? ¡Gloria!
-Ya sé tonta, pero tu usuario. Bueno, lo invento yo.
Siguió toqueteando cosas, Gloria volvió a la cena. Antes cambió de canal, ya no soportaba más escuchar las barbaridades que se decían allí.
-Listo -Felipe le dio el celular a su hermana-. Ahí lo tenés. Tu contraseña es "felipeelmasgrande"
Gloria rodó los ojos con fastidio, pero se rió y su hermano también. Era algo que no compartían a menudo, las risas.
Cenaron en silencio mientras miraban una telenovela turca que no entendían. Cuando terminaron, Felipe se bañó y se fue a dormir. Ella se quedó lavando y acomodando un poco la casa, y cuando todo estuvo listo para el día siguiente, tomó el celular y entró a la nueva aplicación. Se pasó una mano por la cara, pensando, antes de escribir en el buscador dos palabras que la molestaban y emocionaba de igual manera: "Lionel Scaloni".
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Amor y Gloria
RomanceGloria, una chica muy trabajadora, consigue un puesto como empleada de limpieza en la AFA y allí conoce al nuevo DT de la Selección, Lionel Scaloni.