13 Amiga

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Cerca de medio día, me detengo afuera de la universidad. Debo encontrar a Alisa, ella puede ayudarme a encontrar una respuesta a todo lo que está pasando.

Esa chica gótica extraña de personalidad rara y selectiva a la hora de convivir con el exterior me atrajo hacia ella de sobremanera desde el principio, sabiendo que es ella quien más compartiría en común conmigo que cualquier otra persona de este lugar.

La encuentro después de una hora de estar buscando. Camino hacia ella y pega tremendo grito al verme a su lado.

- ¡Mierda Nom! – usa mi apodo -. Creí que te habías ido del país o algo así, tu hermano tampoco ha aparecido por aquí en los últimos dos meses

- Bueno – muerdo mi dedo pulgar izquierdo -. Él está muerto – suelto sin más -. Murió en una pelea...

- Joder chica estás completamente sola.

- Necesito hablar contigo de un tema muy delicado, ¿tienes tiempo?

- Solo debo dejar unos libros y soy toda tuya – me mira y asiento -. Vamos.

Se va conmigo en la motocicleta y vamos a su departamento. Saco mi libro de investigación y lo coloco sobre la mesa.

- Primero que nada, debes jurar que no dirás nada de lo que voy a decirte – me mira sorprendida -. Es en serio Alisa.

- De acuerdo, tú ganas – lo jura con su dedo en el pecho -. Pero escupe ahora, que me tienes preocupada.

Estuvo a punto de desmayarse cuando le conté todo lo sucedido desde la noche de la pelea. Hablarle de Sebastián es un tema demasiado doloroso, sigo sintiendo mi corazón romperse poco a poco.

- Tu tesis quedará de poca madre.

- No lo haré en mi tesis, Alisa, presta atención – las lágrimas comienzan a salir -, le rompí el corazón a un alfa, ¿sabes lo que significa?

- Que eres libre nena...

- Duele como no tienes idea – levanto mi rostro -. Deseo verlo, quiero estar con él, decirle que todo es mentira y dejar que me marque de una maldita vez por todas.

- Sabes que puedes morir, ¿verdad? – me mira sorprendida -. Dime que no eres tan estúpida, eres humana.

- ¿Por qué pude sentir su aroma? Soy humana, no debería sentir nada de lo que siento y no puedo evitarlo.

- Tu linaje – me mira -. Debemos investigar tu linaje, quizá algún antepasado tuvo algo que ver con algún lobo o algo.

Me tiro en el sofá sin ganas de nada, abrazo el cojín y comienzo a llorar. Afuera el cielo se ha oscurecido y ha comenzado a llover.

No noto el momento en que me quedo dormida, hasta que Alisa me coloca una manta.

- Lo lamento yo...

- Lo necesitabas – carraspea -. Tienes unas ojeras horribles y tu rostro no se ve mucho mejor.

Sé que trata de hacerme reír, pero ahora es imposible; todo en mi interior se desgarra lentamente y vuelvo a llorar sin importarme nada más. Ella siente, pero no siente tanta empatía hacia los demás, solo me mira y después va a la barra de la cocina.

- Preparé café, por si quieres acompañarme a lo que acabo de encontrar.

Me pongo de pie y camino hacia ella, me siento en el banco de la pequeña barra y me acerca una taza.

El teléfono comienza a sonar y me acerco a contestar.

- ¿Diga?

- Si quieres la verdad, te la puedo decir – era voz de hombre -. Pregunta bien y obtendrás respuestas.

- Quién

- Se todo de ti Naomi Loveless – se escucha su risa -. Tu alfa está muriendo lentamente por tu rechazo, si no es que murió ya.

Mi corazón se oprimió una vez más, pero si él tiene información, debo obtenerla.

- ¿Dónde nos veremos?

Mi amiga se acerca presurosa y preocupada.

- Ahí nos veremos a la media noche

- ¿Estás loca? – grita una vez cuelgo -. No puedes creer lo que te digan.

- Su voz, conozco esa voz – la miro seria -. Ahora debo contactar a Benjamín, él puede ayudarme

- Estás jodida Nom – sacude la cabeza -. Pero bueno, entras tú sola a la boca del lobo y me dejas en paz.

- Quizá por eso no has encontrado el amor – sonrío -. Debes conocerle - rebusco en la mochila que llevaba conmigo y encuentro un pedazo de papel doblado -. Es un amor de hombre, créeme.

Marco el número y al cuarto timbre contesta.

- Mierda chica, Alfa está de un genio peor que

- Lo lamento, yo no estoy mejor – respondo sincera -. Necesito tu ayuda.

- Ahora no, acabas de irte, hace menos de veinticuatro horas.

- Lo se, acababan de localizarme – respondo -. Y estoy segura que es Ted, así que necesito tu ayuda.

Escucho un fuerte grito del otro lado. Mi corazón se acelera.

- ¡Que te dé la puta razón de porque te llama después de dejarme así! ¡Es tu pareja! ¡Me mentiste!

- Dale el teléfono – digo asustada -. Dejame hablar con él

- Alfa, tranquilo, quiere hablar contigo

- ¡No he muerto porque es una simple humana!

- ¡Toma el maldito teléfono Sebastián! – me siento alterada ya -. Ted está detrás de todo esto.

Mi amiga se queda sentada frente a mí, sorprendida de todo lo que hablo con ellos, en especial con Sebastián.

- Prometo que resolveré esto, no quería rechazarte, pero

- ¡Lo hiciste! ¡Duele como los mil demonios! Mi corazón se ha roto y

- Te amo Sebastián

El silencio entre ambos se hizo largo. Mi amiga chasqueó los dedos, haciéndome volver a la realidad, estaba llorando.

- Dame tiempo, prometo explicarlo – se escuchó un fuerte gruñido -. Sebastián.

- ¡Iré por ti y jamás te irás de mi lado!

- Si lo haces, juro que te odiaré por siempre

Se escuchó un fuerte golpe y se cortó la llamada.

- Creo que tu Alfa, acaba de quebrar el teléfono de tu amigo – se cruza de brazos Alisa -. Ahora estás jodida, te encontrará y pagarás.

- No, Benjamín llegará antes – me levanto a prisa -. Es demasiado inteligente, el problema es que me queda menos de un día para averiguar lo que quiere ese sujeto.

En la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora