14 Diversión

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El día transcurría sin éxito, las opciones se acababan y no obtenía nada de lo que quería, a pesar de ser tan buenas investigando o, en este caso Alisa, no había podido encontrar nada de un humano siendo marcado por un lobo. Solo unas cuantas cosas de Ted.

Mi desesperación iba en aumento, cuando suena el timbre del apartamento. Me levanto sin prestar atención y abro la puerta.

- Al fin te encuentro - la voz de mi amigo me saca de mis pensamientos -. ¿Quién es?

Lo miro sin entender, viendo como su pecho se expande rápidamente. Me empuja para entrar al apartamento, lo que me hace reaccionar.

- ¿De qué hablas? ¿Sebastián viene contigo?

- Ese aroma - mierda, Alisa -. Es quien vive aquí Naomi, ¿dónde está?

- Se fue a clases - me cruzo de brazos -. Por cierto, hola estoy bien, si sobreviví al rechazo humano-lobo.

- Debo encontrarla...

- Llega en una hora - me acerco a él -. Alisa, ese es su nombre - me mira -. Es tu...

- Mi pareja - se queda estático -. Mi pareja es humana.

Creo que está en estado de shock, no se mueve, sus ojos están perdidos. No, enlace mental.

- No hables con Sebastián así - lo sacudo -. No puede encontrarme aún.

Me mira y sus ojos cambian.

- Él me enlazó - me mira -. Solo quiere saber por qué salí de la manda. No sabe que vine a verte, aunque lo sospecha, lo afirma.

- Ted me llamó, tengo menos de siete horas para ir a encontrarlo.

- Es peligroso, no puedes hacerlo - ataca -. No puedes arriesgarte así, el alfa se volvería loco. Debo decirle.

- No, por favor - lo tomo del brazo -. Hay algo que me llama a ver a ese sujeto. Sé lo peligroso que es. Y también descubrí que fue él quien mato a la madre de Sebastián.

Su mirada de sorpresa fue como la mía cuando leí toda la información. Le mostré la fuente y la leyó cayendo en el sillón tan abatido que me caló su reacción.

- Naomi, la madre del alfa tenía dos parejas destinadas - me mira -. Nadie lo sabía, más que ellos mismos y mi padre - eso no lo esperaba -. Que haya un registro de quien mató a la vieja Luna de la manada me asusta. El modo fue horrible, fue cuando despertó Seth. Por esa razón el viejo alfa obligó a mi amigo a entrenar más duro de lo normal, sé que notaste que él es enorme como lobo, no cualquiera puede alojar a alguien así.

- Ted y los padres de Sebastián tuvieron lazos - me siento a su lado -. Él quiere darme algo de información, reconocí su voz de inmediato - hablo -. Y si puedo ayudar al alfa, es lo mejor.

- No, déjalo como está - su preocupación es notoria -. Él te quiere de regreso, Seth está incontrolable, más de lo normal. Es un cabezota y lo sabes chica.

- Prometo volver con él - me miró sorprendido -. He llorado demasiado, me duele, siento como si mi corazón se partiera en miles de pedazos Ben, no quiero estar más tiempo lejos de él así que, espérame y volveremos juntos.

Sonreímos.

La puerta se abrió y una nerviosa Alisa apareció. Se recargó en la puerta y se dejó caer hasta el piso. Me acerqué rápidamente, pero fui empujada por Benjamín quien se puso a olfatearla cuan cachorro desesperado.

- Mía - habla ronco -. Mi pareja.

- ¿Quién carajos es este sujeto? - lo mira atónita -. ¡Quítate de encima!

No pude contener la risa, pues mi amiga siempre ha odiado el contacto directo con todas las especies en general.

- Benjamín - río -. Hazle caso y aléjate un poco, no quieres conocerla molesta - me miró y sus ojos se veían diferente -. Jonsu, relájate, ella no irá a ninguna parte.

- Mía - vuelve a hablar.

- Lo sé, es humana, puedes asustarla.

- ¿Qué mierda pasa aquí?

- Creo que encontró a su pareja - le digo mientras se pone de pie -. Desde que llegó tu aroma lo tiene vuelto loco y ahora que llegaste, no sé cómo rayos hago que vuelva Benjamín otra vez.

- Saca a este perro de mi apartamento, no quiero que lo vaya a desbaratar.

Me sentía demasiado divertida, no pude evitarlo, estaba tratando de no reírme. Pero mi amiga se veía bastante molesta, no escuchaba nada y el pobre de Jonsu estaba desesperado.

- Hey, deja que Benjamín vuelva - mencioné -, necesito su ayuda y te prometo que hablaré con ella, ¿sí?

Asintió y respiró un par de veces hasta que Benjamín habló de nuevo. Así que comenzamos a idear un plan para la noche, que cada vez está más cerca.

Ambos estarían tan cerca de mí para que nada me pase. Pero sé que Ted no se anda con rodeos y si una vez quiso abusar de mí, sin Sebastián cerca, podría hacer algo con mayor facilidad.

Entré y tomé una ducha. Tomé prestada unas prendas de mi amiga y salí para unirme de nuevo a ellos.

- Sebastián está en camino Nom - recalca Alisa -. Este torpe que no deja de verme rarito lo llamó y le dijo dónde estás.

- Ben...

- Lo lamento, no pude evitarlo - me mira -. No puedo concentrarme como es debido y no quiero perder la cabeza ahora que...

- ¡Deja de verme así y de olerme como perro!

- ¡Soy un perro! En términos humanos.

Soltamos una sonora carcajada.

Miré el cielo oscuro por la ventana y me dispuse a colocarme una sudadera, arreglar una pequeña mochila y tomé una navaja para defenderme de cualquier cosa. Ser una cobarde no va conmigo y no deshonraría a mi hermano de ese modo ni a mi familia.

Salí en la motocicleta hacia el lugar indicado, sabiendo que me seguían los pasos, no solo Benjamín con Alisa y Sebastián; sé que ese sujeto no se anda con juegos, menos con lo que hizo con mi hermano tan a quemarropa y sin rodeos.

Al llegar al sitio, estacioné la moto. Bajé y noté un enorme letrero de madera que indicaba que era un sitio como en el que murió mi hermano; peleas clandestinas.

En la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora