ESTOY TAN ALTO, QUE CASI SOY UN SER DIVINO.

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Si había algo que realmente apreciaba Hitohito, era la placidez que sentía cuando no había nadie en casa... además de Timmy claro. Un descanso de vez en cuando de su hermana no le venia nada mal, además le resultaba cómodo leer sin tener ningún tipo de interrupción. El podría jugar un rato en su play, sin tener que escuchar a Hitomi criticando su estilo de juego, el podría leer tranquilamente y prender un cigarro para una mejor experiencia, sin tener que aguantarse el enorme regaño que le daría su quizás demasiado sobreprotectora hermanita. Eso siempre fue lo mas molesto, su hermana aun creía que el era débil e inmaduro, a veces lo trataba como si en cualquier momento volvería a hacer alguna estupidez. Ella no sabia que el no necesitaba su protección, ella no sabia lo peligroso que podía ser cuando se le provocaba. Había entrenado su cuerpo, para no volver a ser golpeado por un estúpido viejo alcohólico resentido. Había entrenado su mente, para no volver a ser roto por nada ni nadie. El no tenia puntos débiles, tenia una mente privilegiada lo suficientemente eficaz para dejar en ridículo a Komi, su capacidad para leer el ambiente y a las personas, no dejaban ningún punto ciego, era casi imposible que lo pillaran desprevenido, su determinación no era comparable con nadie, el era simplemente IMPARABLE. No necesitaba protección, los demás eran los que debían buscar protección... de el. Si así lo quería, podía ser el final de todos, en menos de una semana podría mandar la vida de todos sus compañeros a la mas baja miseria... ¿pero donde estaría la diversión de hacer eso?. Hitohito saldría de su trance al escuchar su teléfono sonar, era un numero desconocido, debía ser Katai o su hermana.    

Tadano: ¿hola?.- la voz de el pelinegro se escuchaba somnolienta, necesitaba urgentemente de una siesta.-

Katai: ejem. ¡Tenemos a tu hermana secuestrada compa, si quieres recuperarla trae 50 millones de dólares en efectivo y déjalos debajo de el puente que esta a dos cuadras de mi casa y trae cilantro, que me mandaron a comprar y tengo weba de ir!.- aunque Katai intento sonar lo mas intimidante que pudo, termino sonando un poco ridículo.- 

Tadano: tengo 500 yenes si te sirv ¡uaaaah!.- el chico promedio intento amortiguar el bostezo con su mano.- perdón, es que debería haberme ido a dormir ya uaaaaah.-

Katai: a ver a ver. Primero quítate el pene de la boca ¿si?.-

Tadano: lo siento... es que auuaaaaah. Le tenia que pagar las clases de defensa personal... A tu madre.-  Makoto se reiría un poco confundido.-

Katai: espera... ¿Que?.-

Tadano: ¿que?.- hubo un pequeño silencio así que Hitohito empezó a hurgar su nariz.- ¿Qué diablos quieres, imbécil?.-

Katai: ¡oye!. Esa no es la manera de tratar a tu novio.-

Tadano: oh, cierto... Dame un segundo.- Hitohito se puso de pie, agarro la taza mas grande de la cocina y prosiguió a llenarla completamente de café, se bebió mas de la mitad de un solo trago.- ahhh, mucho mejor. ¿En que estábamos?. Así, con tus joterias, ¡EJEM!. ¡Hola mi vida!. ¿¡Se te ofrece algo!?.- 

Katai: ¡hola bebe!, llamaba para avisarte que tu hermanita quizás llegue tarde, Ai aun no entiende lo de su examen de mañana.-

Tadano: "tssk inútil".- oh, que mal. ¿Qué tal si aprovechamos que tengo la casa sola calabacita?.- la voz "sensual" de Hitohito hizo que Katai soltara una fuerte carcajada.-  

Katai: se sonroja, asterisco... sabes por este tipo de cosas, las personas de verdad piensa que somos unos muerde almohadas.-  

Tadano: espera... ¿No lo somos?.- Hitohito se tomaría rápidamente el café que le quedaba.-

Katai: hablo enserio, mi hermana cree que realmente estamos saliendo.-

Tadano: bueno, quizás deberías dejar de forzarme a que vayamos con disfraces combinados en halloween.-   

Eres Un Verdadero Cretino TadanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora