El Titiritero, La Deidad Y El Gobernante

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Hitohito entro después de un largo tiempo a su departamento. Emocionalmente, estaba destruido. Acababa de tener el mejor día de toda su vida, había tocado las estrellas, fue cegado por la incandescente luz... Pero esa sensación fue bastante efímera, luego que vio todos esos mensajes presumiblemente de Kometani , sintió como aquella felicidad fue arrebatada, transformándose en odio y rabia. Vio y observo a detalles cada cosa macabra y repugnante que hizo Yamai, al menos las que estaban documentadas. ¿El acoso a sus compañeros?, pasable. ¿Los constantes abusos físicos?, pasable. ¿Las amenazas de muerte?, pasable. ¿Las repetidas violaciones a Satou?... PASABLE. Lo que si no era perdonable eran los repetitivos maltratos hacia la persona que mas amaba en el mundo...

Lo que el emperador no iba a dejar pasar... Era lo que la yandere hizo a Omoharu.

Ren siempre fue un chiste, una pobre desgraciada sin valor... Pero ahora Hitohito estaba realmente enojado.

Estaba por hacerla sufrir un infierno. Estaba por demostrarle... Lo que era un verdadero demonio.

Lo que comenzó como un simple juego, ahora era algo que escalo rápidamente a lo personal.

Tadano se canso de Itan...

Se canso de cada miserable gusano que estudiara en aquella choza decadente.

Se canso de aquel lugar... Que le causo tanto sufrimiento a su amada Omoharu...

Una vez se librara de todas las escorias, una vez barriera con todo estorbo... Estaria satisfecho.

Al momento en que iba a abrir la puerta de el pequeño departamento, alguien se le adelanto. Allí estaba Hitomi, mirándolo con tristeza, un tanto incrédula  de verlo nuevamente, sano y salvo. 

Hitomi: H-hermanito...- Hitohito solo la miro con recelo, sin mostrar ninguna emoción.- l-lo-lo siento...-

Tadano: Hitomi, realmente entiendo que te sientas mal por haber hecho que tuviera que largarme... Pero no estoy de ánimos para escucharte lamentarte por ello.- su hermana lo ignoraría, lanzándose para darle un fuerte abrazo.-

Hitomi: T-tenias razón... Sobre todo. E-estaba enojada y confundida por mis emociones.- ella lo abrazo con mas fuerza, notando como él chico no le devolvía el gesto.- e-ese chico, te-tenias razón, es un maldito idiota.- Hitohito mantuvo su cuerpo tenso, impaciente por dejar de perder el tiempo.- m-me humillo en frente de toda la clase, a-ahora todos piensan que soy u-una acosadora.-

Tadano: Aja... Que bien, ahora suéltame, ¿quieres?.- hablo en un tono cortante y frio, dejando ligeramente sorprendida a la pelinegra, quien no entendía porque estaba de esa manera, partiendo de la base que no era la discusión mas fuerte que habían tenido.-

Hitomi: S-se que estas molesto, se que me comporte como una imbécil, por-por eso te pido perdón. F-fui una mala hermana.- El tirano volteo los ojos con disgusto, para seguidamente apartar con brusquedad los brazos de Hitomi.- ¿Hitohito?...- ahora parecía que sus ojos empezaban a humedecerse, ella ya había visto esta manera de actuar antes.-

Tadano: Si, si, lo que digas, te perdono...- él camino con nulo interés adentro del departamento, sintiendo como su hermana lo seguía de cerca.- ¿al final qué es una puteada mas de la infinidad que ya me haz hecho?.- ahora lo confirmaría, algo no andaba bien con el pelinegro. Actuaba exactamente igual que cuando salió de el hospital hace ya tanto tiempo.-

Eres Un Verdadero Cretino TadanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora