Kometani vs Itan

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Chuushaku caminaba despacio, admirando el nublado y oscuro paisaje, observándose un aire gratificante en su rostro. El pequeño muchacho camino lentamente hasta un enorme edificio que se erguía en el centro de la ciudad. El titiritero cruzo las puertas automáticas, mirando brevemente a las recesionistas, dando paso tras paso hasta el ascensor. Momentos después, el pequeñín se encontraba en el ultimo piso, un montón de personas pasaban cargando papeles, notándose bastante apresurados. Él camino por el ajetreado pasillo, sintiéndose extrañamente sofocado, sintiendo como sus pies se quedaban atascados en las costosas alfombras rojas.

Kometani: "Tengo un mal presentimiento".- pensó mientras caminaba a la oficina de su jefa, con cierta cautela.- "bah, solo son cosas mi..."- justo cuando estaba a escasos metros de la enorme puerta de madera, estas se abrieron.-

Chuushaku se mantuvo en silencio, viendo como una imponente, pero esbelta figura salía de la elegante y gigantesca oficina. Era una chica, probablemente de su edad. Cabello plateado, semejante al color de la plata, ojos puntiagudos y azules, con una expresión calmada, pero indudablemente aterradora, y lo más llamativo en ella... Una belleza sin igual, probablemente mayor a la de Komi. La figura casi divina se detuvo un momento, justo al lado, causando un fuerte escalofrió en el titiritero.

Aiko: Oh... Esto es interesante.- aun con la sensación inminente de peligro, Chuushaku puso una expresión seria y calmada.- no te había visto antes, ¿eres nuevo por acá?.- dijo en un tono algo bajo.-

Kometani: Si, Hikari-sama me contrato hace poco.- ambos chocarían miradas, el pequeñín no pudo evitar soltar una gota de sudor, todo el ambiente se sentia demasiado opresivo.- 

Aiko: Ya veo... Soy una vieja amiga de la señorita Hikari...- hubo un silencio que pareció perpetuo. Pero finalmente la chica de ojos azules sonrió con una amabilidad extraña.- lamento no tener más tiempo para platicar, siempre he intentado llevar una buena relación con todos sus empleados. Nos veremos pronto.-

Kometani: Lo que digas. También espero que nos podamos conocer mejor en otro momento.- respondió con una falsa simpatía. La hermosa chica volvería a sonreír, una sonrisa acompañada de unos ojos igual de siniestros. Despidiéndose con un gesto hecho con su mano.-

El titiritero siguió caminando, aunque sintiendo su cuerpo algo pesado. Cuando finalmente abrió las puertas de la oficina de su jefa... la encontraría sentada en su gran escritorio, con una mirada algo molesta. Cosa que desde el vamos le provoco cierta ansiedad al pequeñín. Hikari era alguien mayormente imperturbable, verla irritada o molesta ya de por si representaba un mal augurio.

Kometani: "¿La chica linda de sonrisa dolorosamente maquiavélica habrá tenido algo que ver?".-  pensó para sus adentros, evaluando la situación con una mirada calculadora.- "debería ser precavido, esta loca cuando se enoja es completamente impredecible".-

Hikari: Tsssk, puta niñata de mierda.- la mujer dio un gran sorbo a su vaso de vino, mirando fijamente hacia la puerta.- ¿cree que tiene el derecho de hablarme así?.-

Hitoshi: Y bueno, ya sabemos como son esa familia de enfermos mentales.- el robusto hombre se encontraba en una esquina de la gran oficina, bastante oculto entre las sombras.-

Hikari: Esa niña no tiene ni puta idea de lo que significaría que entremos nuevamente a un conflicto...- Chuushaku se sentó en su propio escritorio, bastante más pequeño que el de su jefa, prendiendo la pantalla de la computadora. Escuchaba con cierto interés lo que estaba pasando.- la masacre que hubo la ultima vez fue inhumana, incluso para mi.-

Hitoshi: Lo recuerdo bien...- el "padre" de Hitohito rememoro todo lo que estaba pasando en esa época, fue una total barbarie las cosas de la que se entero.-

Eres Un Verdadero Cretino TadanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora